Ojo: si un árbitro de fútbol hace este gesto es que detecta racismo y puede suspender el partido
Se trata del llamado «gesto de incidente racista» aprobado por unanimidad en el último Congreso de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) celebrado en Bangkok. El ademan consiste en cruzar los brazos de una forma específica (ver foto) y se enmarca dentro de un protocolo compuesto por tres pasos:
PASO 1: DETENCIÓN del partido
El árbitro detendrá el partido si constata personalmente un comportamiento racista, recibe información de parte de un futbolista o del Coordinador de Seguridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sobre un incidente similar. A continuación se emitirá un aviso por megafonía para informar de las razones por las que se ha interrumpido el encuentro y para advertir a los espectadores de que, si el comportamiento no cesa, el partido se suspenderá temporal o definitivamente.
PASO 2: SUSPENSIÓN TEMPORAL del partido
Si el comportamiento racista persiste después de la reanudación, el árbitro suspenderá temporalmente el partido y ordenará a los equipos que se vayan a los vestuarios. Se repetirán los mensajes por megafonía, advirtiendo de una suspensión definitiva si no cesan esos comportamientos inadecuados.
PASO 3: SUSPENSIÓN DEFINITIVA del partido
Si el comportamiento persiste después de la reanudación, el árbitro suspenderá definitivamente el partido. El colegiado dará este paso de forma consensuada con el Coordinador de Seguridad, consultando con el responsable de seguridad de la competición y los delegados de los dos clubes.
«El Protocolo de Actuaciones contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el Fútbol, que está implementado desde 2005, se refuerza con este último gesto específico para los casos de racismo, y es un escalón más en la lucha contra el racismo, que va desde las normativas y sanciones hasta la concienciación y educación para luchar contra cualquier tipo de discriminación», explica el comunicado conjunto publicado este jueves por la Liga y la RFEF.