Los ocho grandes momentos de los Grammy 2024: la magia de Joni Mitchell, la frialdad de U2 y el morro de Taylor Swift

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Taylor Swift hizo historia en los Grammy: es la única artista que consigue cuatro veces el premio gordo, Álbum del Año. En la 66 edición de los galardones más importantes de la música se lo llevó por su trabajo de 2022, Midnights. Así superó a Frank Sinatra, Paul Simon y Stevie Wonder, que suman tres. La cantante aprovechó la ceremonia para decir que lanzará un nuevo disco en abril, porque el departamento de marketing de la mayor estrella actual del pop no descansa. Por una cosa y por la otra, Swift nuevamente fue la protagonista de unos premios que entregaron los otros dos galardones importantes a Miley Cyrus (Grabación del Año por Flowers) y Billie Eilish (Canción de Año por What Was I Made For?). La derrotada fue SZA, que partía con las máximas nominaciones (nueve) y solo se llevó tres. Fue una ceremonia que se hizo larga (tres horas y media) presentada por el cómico Trevor Noah, que contó chistes brillantes, y que se celebró, la madrugada del domingo 4 a lunes 5 hora española, en el Crypto.com Arena de Los Ángeles. Estos fueron los momentos más destacados.

Tracy Chapman y Luke Combs en el escenario de Los Grammy.
Tracy Chapman y Luke Combs en el escenario de Los Grammy. MIKE BLAKE (REUTERS)

La voz penetrante de Tracy Champan

Vestida toda de negro, con una pequeña guitarra acústica, con el cabello canoso. Discreta, sinuosa. Tracy Chapman fue una de las sorpresas de la noche, porque no estaba anunciada. Actuó como invitada de Luke Combs, que ha convertido su versión de Fast Car, tema de Tracy Chapman de 1988, en un éxito de hoy. En cuanto que Chapman se puso a cantar, con esa voz penetrante tan inconfundible, Taylor Swift se levantó de su asiento y comenzó a vocalizar la letra. Estuvo así toda la canción la reina del pop. Chapman y Combs interpretaron Fast Car, que les quedó hermosa. Chapman ha salido de los focos hace décadas y solo se la puede vez en un escenario en contadas ocasiones. En los Grammy se la disfruto a tope.

Dua Lipa durante su actuación en los Grammy.
Dua Lipa durante su actuación en los Grammy. MIKE BLAKE (REUTERS)

Dua Lipa y Miley Cyrus recuerdan la fiebre de la música disco

La música disco setentera lleva años de vuelta. En los Grammy lo recordaron Dua Lipa y Miley Cyrus. La primera abrió la noche con seis minutos de música de bolas de espejitos donde fusionó Training Season, Houdini y alguna pincelada de Dance the Night. Imperial, Lipa salió con un corsé de cuero negro, utilizó varias escenografías y cantó y bailó de maravilla. Si alguien encuentra algún defecto en Lipa que lo diga: será noticia. Miley Cyrus apostó por Flowers con esa voz áspera tan personal. Estuvo muy a gusto la estadounidense, gustándose e improvisando y cambiando parte de la letra. Al final, lanzó el micrófono con su pie al suelo (crack) y se despidió en plan punk.

Taylor Swift con el premio a mejor Álbum Pop, donde anunció la edición de su nuevo disco.
Taylor Swift con el premio a mejor Álbum Pop, donde anunció la edición de su nuevo disco. MIKE BLAKE (REUTERS)

El oportunismo de Taylor Swift

Los/as swifties llevaban todo el día analizando las señales que les lanzaba la estrella desde sus cuentas en redes sociales. La teoría más aceptada era que Taylor Swift anunciaría cuando recogiera alguno de sus seis premios (así de claro estaba que iba a ganar) la fecha de la edición de la regrabación de Reputation, su disco de 2017. Pero no, la noticia fue de más calado: Swift informó, mientras recibía el Grammy a mejor Álbum Pop, de la edición de un nuevo trabajo, titulado The Tortured Poets Department (El departamento de poetas torturados), que se editará el 19 abril. También dijo que ya se podía ver la portada en sus cuentas sociales. Algunos pensarán que utilizar una ceremonia de los Grammy para hacer promoción de tu nuevo disco no es muy elegante. Y tendrán razón.

Joni Mitchell y Brandi Carlile durante la interpretación de 'Both Side Now'.
Joni Mitchell y Brandi Carlile durante la interpretación de 'Both Side Now'. MIKE BLAKE (REUTERS)

Un ángel llamado Joni Mitchell

Meryl Streep lloraba, Olivia Rodrigo también… Cuando terminó, todo el local se puso en pie y otorgó la mayor ovación de la gala. En una noche memorable para las mujeres en la música todas sabían que si estaban allí (Taylor Swift, Rodrigo, Miley Cyrus, SZA…) era por la primera que se arriesgó: Joni Mitchell. Con una gorra, unas trenzas blancas cayéndole sobre los hombros, un bastón en la mano y sentada en una silla señorial, Joni Mitchell se puso a cantar y todo el mundo creyó que había tomado un ángel el escenario. Era la primera vez que la canadiense, una cantante cuya influencia muchos comparan con la de Bob Dylan, actuaba en los Grammy, una institución que le ha concedido diez premios. En 2015 sufrió un aneurisma cerebral del que se ha recuperado lentamente y desde hace un par de temporadas viene regalando contadas y exquisitas actuaciones. Fue histórico tenerla en el escenario a sus 80 años interpretando todavía con una voz vibrante Both Side Now. “He mirado a la vida desde ambos lados, del ganador y perdedor”, cantó Mitchel como un resumen de una vida plena. Al final de su actuación y mientras recibía la ovación de la noche, le salió una sonrisa sincera. Después de su presencia ya todo daba igual.

Billie Eilish, con su hermano Finneas al piano, interpretando 'What Was I Made For?' en los Grammy.
Billie Eilish, con su hermano Finneas al piano, interpretando 'What Was I Made For?' en los Grammy. MIKE BLAKE (REUTERS)

Íntima Billie Eilish y vestida de ‘Barbie’

Todo lo contrario a la marcha de Dua Lipa y Miley Cyrus fue la presencia de Billie Eilish. Actuó sentada, con su hermano Finneas al piano y con unas violinistas rodeándolos. Escenificó What Was I Made For?, el tema de la banda sonora de Barbie que se llevó el premio a la Canción del Año. Y como siempre, Eilish parece que interpreta siempre como si se enfrentase a la canción de su vida. Con los ojos cerrados, casi susurrando, la cantante llenó de emoción el Crypto.com Arena de Los Ángeles.

Olivia Rodrigo, con manchas de sangre, interpretando 'Vampire'.
Olivia Rodrigo, con manchas de sangre, interpretando 'Vampire'. MIKE BLAKE (REUTERS)

La sangre de Olivia Rodrigo

Qué canción Vampire, cuántas cosas pasan en tres minutos y medio, desde el inició ensimismado a su acelerada parte final. Olivia Rodrigo interpretó su éxito vestida de raso largo rojo. Llenó de sangre el escenario, incluidas partes de su cuerpo. No necesitó moverse de su sitio: su portento de voz y una canción tan buena no necesitan nada más.

La frialdad de U2

Lo de U2 fue extraño, porque el grupo irlandés quiso actuar desde el local donde intenta enderezar su carrera (zarandeada en los últimos tiempos sobre todo por la crítica) gracias a una residencia de conciertos, el Sphere de Las Vegas. Interpretó Atomic City, su nuevo tema, editado en septiembre. Fue como ver un videoclip. Todo frío y artificial.

Céline Dion en la presentación del Álbum del Año, que ganó Taylor Swift.
Céline Dion en la presentación del Álbum del Año, que ganó Taylor Swift. MIKE BLAKE (REUTERS)

La reaparición de Céline Dion

El premio más importante, el último de la noche, al Álbum del Año, lo presentó Céline Dion. Fue una presencia inesperada porque la cantante canadiense se retiró de la vida pública después de informar de una enfermedad del sistema nervioso. “Cuando digo que estoy feliz de estar aquí lo digo desde el corazón”, dijo la cantante. “Os quiero, qué guapos sois”, añadió. Habló poco, pero su presencia conmovió en el final de la gala.

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