Elena Gutiérrez, la única española a los mandos del Eurofighter, el caza de combate más avanzado de Europa: "Estoy preparada para entrar en guerra"

La teniente Elena Gutiérrez Vidal (1996, Zaragoza) es la única mujer en España, que se pone a los mandos del Eurofighter, el avión de combate más veloz y avanzado del mundo. Sólo hay otras cinco mujeres que se le acerquen, las que pilotan los caza F-18, aunque no es lo mismo. Ella se define como una persona "normal y corriente", pero a mí me parece cercana a Superwoman. Ríe cuando se lo digo. "A veces no soy consciente de lo que ha sido llegar hasta aquí. Requiere mucho esfuerzo y un poco de sacrificio, porque empiezas la carrera con 18 años. Hasta entonces has estado con tu familia y, de repente, llegas a la Academia y tienes que volverte una adulta responsable. Es chocante al principio, después, un proceso largo donde pasas por muchas fases, pero que implica trabajo, estudio, disciplina y perseverancia".

Todo eso ha estado presente en su vida desde siempre: su padre también es militar y piloto y Elena nació y vivió hasta los ocho años en la base aérea de Zaragoza, un lugar al que los "Reyes Magos llegaban abordo de un avión militar". Aún así, de niña pensó en ser profesora y no fue hasta Bachillerato cuando se planteó entrar en las Fuerzas Armadas, un poco a ciegas, porque algo había que decidir. "No sabía si me iba a gustar volar, no lo había hecho nunca, pero fue la mejor decisión que podía haber tomado", asegura ahora convencida.

Teniente Elena Gutiérrez, primera y única mujer piloto de Eurofighter en el Ejército del Aire.
Elena Gutiérrez, a los mandos del Eurofighter.

La piloto de combate está abriendo camino en el cielo y en la tierra, como un nuevo referente para las más jóvenes. En su momento, a ella le costó trabajo encontrar los suyos, porque había pocas mujeres en quien poder mirarse, "pero las tenía a todas muy identificadas", apunta. En concreto, a la comandante Rocío González Torres, número uno en su promoción de caza de ataque, y a la comandante Rosa García-Malea, la primera mujer en formar parte de la Patrulla Águila.

Se define como una persona optimista y señala la constancia como virtud necesaria para recorrer su camino, uno que acaba de ser reconocido con los Premios AMMDE, galardones que visibilizan el talento femenino y ponen en valor la trayectoria de aquellas mujeres con una carrera destacada. "Estoy en el Ejército por vocación, si no la tienes es imposible. Como en todas las profesiones, pasas por momentos mejores y peores, pero en ésta te llevan al límite, tanto a nivel físico como mental", añade. "También es una cuestión de valores, los que todos los militares tienen de base. No sé cómo decirlo, las maneras..., estamos todos cortados por el mismo patrón". El suyo, en cualquier caso, parece estar cosido con puntadas diferentes.

Teniente Elena Gutiérrez, primera y única mujer piloto de Eurofighter, el caza más moderno de Europa.

Eres la única española a los mandos de un Eurofighter. ¿No te sientes sola?
La verdad es que no. No, porque hay más mujeres en el Ejército y todas hacemos la misma función, aunque sea en plataformas diferentes. Y estoy rodeada de todos mis compañeros, que al final, como siempre digo, me tratan como a una más y me integran perfectamente en el equipo.
Pero al menos sí te sentirás especial...
Eso sí. Sobre todo cuando otras personas desde fuera me lo recuerdan (ríe). Me hacen ver el papel que tengo, especialmente de cara a inspirar a la juventud. Ahí sí que me siento muy especial.
¿Cómo es moverse en un mundo tan masculino? ¿Lo has tenido más difícil por ser mujer?
Pues, sinceramente, creo que no. Nunca nadie me ha hecho un comentario feo o me ha tratado diferente por el hecho de ser mujer. Yo he dado lo mejor de mí. Y creo que si ven que una persona tiene actitud, tiene ganas y se esfuerza igual que el resto... Te valoran por tu trabajo, no por tu género. Es verdad que en mi promoción éramos sólo tres mujeres frente a unos 60 hombres, pero siempre nos han incluido en todos los planes y nos han cuidado, igual que nosotras les cuidábamos a ellos.
Como mujer, ¿qué aportas de diferente a tu unidad?
Creo que una visión más amplia, un poco más cercana quizá, como la parte sentimental de la profesión diría.
La proporción entre hombres y mujeres en el Ejército es demoledora. ¿Queda mucho camino por recorrer para conseguir la igualdad?
Yo creo que se ha trabajado mucho en dar visibilidad al papel de la mujer en las fuerzas armadas. Todavía queda mucho recorrido por delante, pero en estos últimos años hemos ido eliminando los estereotipos y hemos ido visibilizando y normalizando los logros y las contribuciones de las mujeres. Ya sólo el hecho de que haya referentes, darnos visibilidad a nosotras, no sólo a mí, también a las compañeras que pilotan F-18, ayuda a que muchas mujeres que nunca se han planteado esta profesión empiecen a considerarla.
Para volar en el Eurofighter llevas un traje especial que se hincha e incluye hacha, chaleco... Como eres la única mujer en vestirlo, ¿está pensado para tu cuerpo o es el mismo que llevan tus compañeros hombres? ¿Estás cómoda con él?
Bueno... Hay varias tallas, porque también hay chicos bajitos, menos fuertes... Sí que es verdad que, por las características del cuerpo femenino, es necesario ajustar un poco más el equipo... Pero no, yo me pongo el mismo traje que mis compañeros, quizá con una talla un poco más pequeña. Me he adaptado bastante bien; es cómodo.
¿Qué se te pasa por la cabeza justo antes de subirte a ese avión?
Estoy siempre centrada en lo que voy a hacer. Desde el briefing que hacemos justo antes, para preparar el vuelo, ya tienes la cabeza en lo que vas a hacer, en los procedimientos. Cuando llego al avión lo primero es hacer una inspección exterior, darle una vuelta, y vas focalizado en lo que estás haciendo. Luego te subes y también estás concentrado, porque hay que seguir un guion, unos pasos determinados. Desde que ya empiezas a planear el vuelo estás centrado únicamente en lo que vas a hacer, es una parte también del trabajo que te enseñan a lo largo de la carrera.
¿Cuando se está los mandos de ese tipo de avión se puede pensar en algo que no sea justo lo que tienes que hacer al minuto?
No. La verdad es que es una terapia. Te subes al avión y te concentras en lo que estás haciendo, al cien por cien, y todas tus neuronas gestionan lo que está pasando en tu avión; te exige tanto que no te deja hueco para pensar en nada que no sea eso, el resto, todos los problemas, se queda en Tierra.
¿Qué se siente al volar a casi mil kilómetros por hora?
Es una sensación única. Una vez estás en el aire, no percibes la velocidad, aunque sí que ves moverse el terreno más rápido y sientes físicamente las fuerzas G, las de la gravedad. Cuando estás haciendo un combate pesas nueve veces tu peso, te quedas pegado al asiento. De pronto, tu cuerpo es una mole, intentas levantar un brazo y no puedes.
¿Y cómo se gestiona eso?
Es muy importante llevar el equipo bien, porque ayuda a que la sangre fluya por todo el cuerpo y no se vaya a los pies y pierdas el conocimiento. También tenemos un entrenamiento específico para todo esto, en la centrífuga, una máquina que simula esas fuerzas.
¿En algún momento ha pasado miedo?
No, nunca. Estás muy preparado, también para gestionar cualquier tipo de contingencia que pueda surgir durante el vuelo. El factor material puede llegar a fallar en un determinado momento, pero sabemos cómo gestionar esas situaciones.
Teniente Elena Gutiérrez, primera y única mujer piloto de Eurofighter, el avión de combate más moderno de Europa.

En la base aérea de Morón de la Frontera cuentan con un simulador que reproduce las condiciones de un vuelo, "es prácticamente igual", asegura Elena. En él pasan muchas horas entrenando, afrontando en tierra los posibles problemas que puedan tener una vez en el aire.

El conflicto entre Ucrania y Rusia plantea hoy un panorama poco tranquilizador. ¿Estás preparada para entrar en guerra?
Sí. Nuestro entrenamiento diario es para eso, para hacerlo lo mejor posible si en algún momento nos requieren en una misión.
Y en caso de tener que intervenir, ¿qué pesaría más, el factor humano o la tecnología del avión?, ¿tendrías algo que decidir?
Nosotros somos los que ejecutamos todos los sistemas del avión, si no sabemos operarlos de forma adecuada, por sí solo no hace nada. Nuestro entrenamiento es a nivel estratégico; el factor humano cuenta, la decisión que tomas en un determinado momento es importante.
En ese sentido, ¿cómo estamos en España en relación al resto del mundo?, ¿cuál es nuestro nivel, tanto técnico como humano?
En cuanto a formación, vamos mejorando. Antiguamente los militares no tenían una carrera, ahora con el nuevo plan estamos más formados; son cinco años que dan tiempo a aprender todo lo necesario, tanto académico como operativo. España también tiene una industria de defensa con muchas capacidades y una tecnología aeroespacial muy avanzada, además, estamos presentes en varias misiones de la OTAN. Somos una parte importante de la industria europea y los pilotos cada día estamos más preparados.
¿Qué es lo más peligroso que has tenido que hacer hasta ahora?
Mi profesión como tal es peligrosa; el avión es muy avanzado, alto, rápido... Simplemente volar en un ejercicio con 30 aviones en el mismo espacio aéreo es peligroso, entre comillas, porque como te salgas de tu altura puedes chocarte con otro. Necesitas mucha sangre fría.
¿Qué es más importante entonces, la preparación física o la mental?
Parte de lo que aprendemos a lo largo de nuestra carrera es a gestionar la frustración. Somos humanos y cometemos errores, pero también somos autoexigentes. Implica caerte y levantarte, y verlo como un aprendizaje, sacar unas lecciones que permitan mejorar en lugar de pensar en tirar la toalla cuando las cosas no salen como quieres. Por eso es muy importante a nivel psicológico ser capaz de diferenciar entre tu vida profesional y la personal. Ésta está en la tierra, con los pies en el suelo.
¿Trabajas de lunes a viernes o esto es otra historia?
Nosotros estamos disponibles 24 horas, 365 días al año, tenemos guardias de 24 horas, ejercicios que pueden duran dos semanas... Y a lo mejor de lunes a viernes puedes trabajas un poquito más (ríe).
¿Y cómo se lleva eso con la vida privada?, ¿es compatible?
Estamos en proceso... (ríe). Sí, se lleva bien, no lo veo como un problema. Obviamente, te pueden destinar a diferentes lugares, y eso implica un esfuerzo mayor a la hora de tener una familia, moverse y demás. Pero todo se puede gestionar.
¿Es una profesión bien pagada para la responsabilidad que exige y el peligro y los sacrificios que conlleva?
Es una pregunta complicada. Nunca una profesión está suficientemente bien pagada, ¿no? Pero bueno, eso lo podemos debatir otro día (ríe).
¿Y se parece en realidad la vida de un piloto de combate a lo que nosotros vemos en las películas, a la que siempre imaginamos gracias a 'Top Gun'?
Sí, tiene un aire, se parece bastante.
Teniente Elena Gutiérrez, primera y única mujer piloto de Eurofighter en el Ejército del Aire.

Por eso, por las películas, sabemos que la vida de un piloto de combate es tan exigente que, como la de un deportista de élite, no puede mantenerse en el tiempo. A Elena le gustaría alargarla lo máximo posible y cuando llegue el momento de tomar tierra, acceder a un destino en el extranjero: "Habrá que cambiar un poco el chip", confiesa. ¿Y la opción de ser profesora, como apuntabas de niña? "Sí, claro. Ahora mismo soy instructora de vuelo en la Academia General del Aire. Es un destino de un par de años, después volveré al escuadrón operativo", afirma. De nuevo, 'Top Gun' en la retina. Definitivamente, una historia de película con final feliz.