El primer boceto de Caparrós: dos delanteros, extremos abiertos y medios defensivos

El cambio de estilo con respecto a García Pimienta será evidente. Y eso que el entrenador catalán fue variando su fútbol hacia situaciones más verticales, buscando siempre el pase a la espalda de los laterales para que Lukebakio, el lesionado Vargas o Ejuke provocasen situaciones de ventaja en el uno contra uno. Caparrós desterrará ese riesgo en la salida de balón y preferirá que los suyos vayan con verdadera fiereza a la segunda jugada, superando al rival en los duelos individuales, buscando igualmente la velocidad de sus extremos y que el área, en los centros desde los costados, esté mejor cargada, con un mayor número de jugadores para el remate.

El esquema que siempre ha llevado a gala Joaquín Caparrós es el 4-4-2. ¿Podrá ponerlo en su Sevilla? Con salvedades, pero el técnico piensa que es posible adaptarlo a la actual plantilla. La principal duda aparece, como es lógico, en la delantera. El Sevilla lleva toda la temporada compitiendo con un solo hombre en punta: Isaac Romero. Iheanacho se marchó en enero por no convencer al entrenador, mientras Akor Adams ha caído lesionado hasta en dos ocasiones desde su fichaje y ya dijo adiós a la temporada. El de Lebrija está solo para la función de punta y pasa por su peor momento desde que subiese al primer equipo.

La primera tarea de Caparrós con Isaac es recuperar su confianza y para ello la idea es situarle a otro compañero cerca. Con lo que tiene en la plantilla, para el técnico será importante la función de Peque como pareja del otro atacante. Que ambos realicen las funciones de delantero y se alternen a la hora de ir a presionar, bajar a recibir o caer en zonas donde los centrales del rival tengan una menor incidencia. En definitiva, que se complementen. El propio Isaac ha demostrado en muchas ocasiones que es mejor enlace que punta fijo. La puntería ya es otro asunto, debiendo afinarla y pasar el trago de los errores cometidos, el último de ellos en Mestalla. En cuanto a Peque, el preparador nervionense sabe sus números en el Racing y lo que hizo cerca de la portería. No se le ha podido olvidar hacer gol. Una variante, también de la casa, es la de García Pascual, uno de los artilleros del filial y que ya ha debutado con el primer equipo. Permitiría que su compañero bajase más a zonas de segundo delantero, mientras él cuerpea con los centrales. Caparrós lo está cuidando estos días. Necesita toda la pólvora posible, por mucho que para el estreno contra el Alavés no pueda ser de la partida por culpa de la roja que vio en la última jornada de liga con el Sevilla Atlético.

Dos pivotes defensivos

Y si importantes son los delanteros, no menos en este Sevilla serán los extremos. A Caparrós siempre le han gustado a pierna natural. Que se midan a su lateral y, sin tener la necesidad de regatearlos, simplemente abriendo el espacio a un centro, pongan el balón en el área a la espera de un remate. No obstante, los extremos del Sevilla prefieren y son especialistas en jugar a banda cambiada, buscando el borde del área conduciendo con su pierna natural y perfilando un disparo por delante de un centro. Lukebakio y Ejuke parten con más opciones de salir de inicio, aunque Suso y el mismísimo Juanlu tendrán sus opciones, dependiendo de lo cerrado del rival y de cómo vaya el encuentro.

Una situación que hizo daño al Sevilla de Caparrós antes de la llegada de Lopetegui fue una brutal ausencia de físico en un equipo que él mismo diseñó para Pablo Machín. Sin ser el más poderoso que ha adiestrado, Caparrós está satisfecho con al porte físico de sus jugadores más defensivos. Piensa que hay buena materia prima para hacer de su Sevilla un equipo rocoso. Su idea se inicia con dos mediocentros defensivos, aunque también dependerá del contrincante. Dentro del vestuario, los que más encajan en este rol son Agoumé y Gudelj. Esto dejaría a Sow y Sambi Lokonga fuera, aunque el suizo tiene piernas para soportar esa función. Caparrós va preparando su primer boceto. El Sevilla del domingo ya tendrá un sello. Un esbozo de lo que desea, el estreno de una representación inacabada.