Las claves del lanzamiento de globos de Corea del Norte al Sur: una respuesta propagandística marcada por el «ojo por ojo»>

Desde Pyongyang se han soltado alrededor de 3.500 globos con destino Seúl para hacer frente a la propaganda promovida desde Corea del Sur. Una operación que ha sido denominada «ojo por ojo».

Todo arrancó cuando a finales del mes de mayo, los servicios de seguridad instalados en la frontera surcoreana detectaron en sus radares un incipiente crecimiento de globos procedentes de la parte norte de la península.

Los mencionados globos contenían en su mayoría excrementos, cáscaras de plátano, cigarrillos o zapatos. Además, en un primer momento se creyó que podían transportar «sustancias tóxicas», por lo que se puso a la población en vilo.

Corea del Norte, ante su empeño total, también torpedeó la señal GPS en aguas cercanas a las islas fronterizas del noroeste de Corea del Sur durante cinco días. Todo esto ha acabado con la drástica decisión de sus vecinos de suspender el tratado intercoreano hasta que se vuelva a una situación de «confianza».

¿Qué hay detrás de esta decisión?

Una de las grandes cuestiones es qué ha motivado a Corea del Norte a lanzar tal cantidad de globos a sus vecinos del Sur. Y todo trasciende al tema político, concretamente al relacionado con el propagandístico.

Y es que es una respuesta de Corea del Norte al constante lanzamiento de misivas por parte de sus vecinos de frontera o a los desertores del régimen, ya que se lleva tiempo realizando estas prácticas.

Según detalla la agencia surcoreana KCNA, a lo largo de este tiempo se ha estado enviando desde Corea del Sur alimentos, medicinas, radios y memorias USB cargadas de material audiovisual o propaganda.

Es decir, es un movimiento para aplacar el constante envío de material propagandístico desde el otro lado de la frontera. Corea del Norte ha decidido pasar a la acción, aunque de una manera mucho más ruda.

La respuesta de Corea del Sur

Corea del Sur poco tardó en responder a los movimientos de sus vecinos del Norte y reactivó sus emisiones propagandísticas. Lo hizo a través de la frontera, desde donde emiten, a través de sus altavoces, mensajes contra el régimen Kim Jong-un, lo que se suele calificar como un «ojo por ojo».

No fue esa la única medida drástica que tomó el país. También enviaron planfletos propagandísticos contra Kim Jong-un hacia el territorio rival para continuar su lucha contra sus vecinos.

Además de eso, también se fletaron 2.000 billetes de un dólar y 5.000 memorias USB en las que había almacenados vídeos de K-pop. Dicha iniciativa l apromovió el grupo Fighters For Free North Korea, que fueron quienes llevaron a cabo dicho envío. Aún así, esta práctica ha sido algo habitual en los últimos tiempos desde Corea del Sur.

Además, el ejército surcoreano realizó disparos de aviso a los soldados norcoreano que estaban cruzando la frontera. Una escaramuza motivada por el aumento de las hostilidades entre los dos territorios.

El tratado intercoreano

La tensión entre los dos países colindantes ha llegado hasta tal punto que Corea del Sur ha decidido poner en pausa el tratado intercoreano, firmado en 2018. No lo volverá a recuperar hasta que haya una situación de «confianza» entre los dos territorios.

No obstante, no es la primera vez que Corea del Sur ha llevado a cabo la suspensión de dicho tratado. Hace algo más de medio año, en septiembre de 2023, lo hicieron de forma parcial, lo que ayudó a que la tensión se rebajase notablemente tras meses de tirantez creciente.

Este tratado intercoreano se remonta a 2018. En él, se instaba a detener toda la actividad militar hostil, establecer zonas marítimas de seguridad y a convertir la zona desmilitarizada en una Zona de Paz.

Corea del Sur y Corea del Norte arrastran una tensa disputa desde la Segunda Guerra Mundial, cuando quedaron divididas en dos. Una zona estaba dominada por el bando soviético y otra se encontraba bajo la influencia estadounidense.

Además, entre 1950 y 1953 mantuvieron una guerra en la que se vieron obligados a intervenir China y Estados Unidos. Ésta concluyó con un armisticio firmado en 1953, pero la paz es algo que nunca ha llegado a los dos territorios, que mantienen una disputa constante.