Arranca el mayor barrio nuevo de Córdoba hasta ahora con 3.663 viviendas
La Junta de Compensación de Huerta de Santa Isabel Oeste licita las obras de urbanización por 33 millones
Curiosamente, Mónica Calderón añora los inicios de Huerta de Santa Isabel Este. Su familia fue una de las primeras moradoras, en concreto del edificio San José, el primero de la zona. Allí se mudó en enero de 2016. «En frente veíamos conejos, perdices, era todo campo». Escogieron el lugar porque su marido trabajaba fuera de Córdoba, en concreto en Lucena, y ella en Rabanales, y contaban con muy buena comunicación con la ronda. ¿Cómo ha visto desde entonces la evolución del barrio? «Muy bien por un lado, porque ya no estamos solos y tenemos parques y más niños que juegan en ellos, pero echo de menos la naturaleza».
Mónica se encuentra precisamente en uno de los pocos negocios que hay la zona, la farmacia La Ronda, con sus hijos Jana y Bruno, de cuatro y dos años respectivamente. Esta farmacia abrió sus puertas hace casi cinco años, en octubre de 2019. Rosario López y Francisco José Rodríguez atienden el establecimiento. «Cuando abrió esta farmacia el edificio ni siquiera estaba terminado», han recordado. «Estaba como aquel edificio de en frente». Al otro lado, y pasando por grandes solares expeditos con alguna grúa, se observa otro moderno inmueble al que parecen dar los últimos retoques, a la par que cuenta con habitantes por el aspecto de algunas terrazas y los enseres que hay en ellas.
En una mañana de agosto, este barrio cuenta solamente con algunos paseantes aislados. Unos llevan a sus perros a hacer sus necesidades, otros empujan a sus bebés en el cochecito, se ven algunas pandillas de jóvenes en patinete, pero todo aparenta una extrema tranquilidad. En uno de los parques infantiles se encuentra Andrea Bugge y su pequeña hija Aurora. Andrea se mudó a Huerta de Santa Isabel Este hace un año, cuando decidió buscar junto a su marido una zona nueva. Bugge es noruega, vivió un año de niña en la ciudad y le gustó tanto que volvió de adulta. Fue entonces cuando conoció a sus esposo. «Echo en falta algunos bares, alguna tienda y toldos en las zonas de juegos infantiles».
Virginia Luna pasea en el cochecito a su pequeña hija María Pérez. Se mudó a la zona en 2020. «Es la primera vivienda que compramos, con unas buenas condiciones, el barrio es nuevo y la familia nos pilla relativamente cerca», ha explicado. Para Virginia lo mejor del barrio es su tranquilidad, amplitud y fácil aparcamiento. Lo peor que le faltan comercios y cafeterías.
Marta Gutiérrez pasea por el barrio a sus perros, Dalia y Mané, y su opinión difiere un poco de las anteriores. Se mudó hace unos dos años atraída por su tranquilidad y, precisamente, por la abundancia de zonas verdes para sus mascotas. Pero para ella el barrio se podría quedar así, sin bares por venir ni vida comercial: «prefiero que siga siendo un barrio residencial, si me quiero tomar una cerveza me voy al centro o a Arroyo del Moro».
Huerta de Santa Isabel Este está rodeada de carriles bici, tiene parques infantiles y diversas zonas verdes, como el parque Lorca, el parque Silvina y el parque de la Bondad en la zona de la A-3050 o el parque de Turruñuelos al otro lado, que linda con el canal del Guadalmellato. Allí un padre, Jesús Martínez, juega al fútbol con sus tres hijos Rafael Jesús, Abraham y Alejandro. Se mudó al barrio gracias a las buenas condiciones existentes con una VPO. «Mi opinión sobre el barrio es un poco contradictoria, porque lo que más me gusta es la tranquilidad, las zonas verdes y el encontrarse muy cerca de la sierra, pero por otro no hay locales comerciales, o ni siquiera una terraza para tomar una cerveza».
Esta ausencia de bares y locales comerciales la ha paliado solamente en parte el edificio comercial Alsara que abrió el pasado mes de octubre, y que cuenta con negocios de supermercado, fisioterapia, barbería, estanco o cafetería. Situado en la glorieta que forman las calles Silvina Ocampo y Violeta Parra, queda en la intersección entre Santa Isabel Este y Miralbaida, atendiendo a público de los dos barrios.
Manuel Muñoz Valencia, propietario del estanco, precisamente lo tenía en Miralbaida desde el 2016, y se mudó al edificio Alsara para montar un 24 horas, donde ofrece, además de tabaco, productos de primera necesidad: «Vi que este barrio tenía mucha proyección y a la vez me permitía seguir con la clientela de Miralbaida», ha explicado.
Muy cerca, en la barbería Bely's, se dan cita clientes de todas las edades y procedentes de muchos más puntos de la ciudad: «pelamos a niños, hombres y mujeres, de todo», ha asegurado Alberto, uno de sus peluqueros.
Cerca, el bullicio de la cafetería El Colmado de la Sultana, aglutina, de nuevo, a clientela de ambos barrios, además de numerosos albañiles y operarios de las obras de los muchos edificios en construcción de Huerta de Santa Isabel Este, de momento un lugar casi virgen en materia comercial.