España pide a Bruselas que “acelere” medidas para los agricultores

España cree que la Comisión Europea puede y debe hacer más, sobre todo más rápido, para responder a las demandas del campo que lleva semanas protestando en toda Europa. Según ha adelantado el ministro de Agricultura, Luis Planas, en la cita de ministros del ramo en Bruselas de este lunes, rodeados de una tractorada que una vez más ha puesto en evidencia la cólera del sector, el Gobierno español va a pedir al Ejecutivo europeo que “acelere” sus propuestas para reducir la carga burocrática de agricultores y ganaderos.

“Le vamos a pedir [a la Comisión] que acelere en aquellos puntos donde es necesario modificar un instrumento legislativo, que haga rápidamente una propuesta para que incluso antes del final de esta legislatura, en procedimiento acelerado, el Consejo y el Parlamento Europeos estemos en condiciones de adoptarlo”, ha explicado Planas a su llegada al Consejo de Ministros de Agricultura, que tiene como prácticamente único punto del día la discusión de medidas para apaciguar las protestas del campo.

Según Planas, aunque quedan menos de cien días para las elecciones europeas, “técnicamente hay una posibilidad” para que la Comisión dé un acelerón legislativo y dé una “respuesta, sobre todo a los elementos de condicionalidad”, como una manera de “restablecer” la confianza “rota” de los agricultores en sus representantes políticos, tanto en las capitales de los Estados miembros como en Bruselas. De cara a la cita del lunes, el Ejecutivo europeo presentó la semana pasada una serie de propuestas a corto plazo a los ministros para simplificar algunos requisitos medioambientales que los agricultores deben cumplir para beneficiarse de los pagos de la Política Agrícola Común (PAC), las denominadas buenas condiciones agrarias y medioambientales (BCAM). También ha anunciado que reducirá las inspecciones a cultivos y granjas. A más largo plazo, ha adelantado que estudia pedir a los Estados miembros que se revisen los reglamentos básicos de la PAC para facilitar el trabajo, sobre todo de los pequeños agricultores.

Para Planas, sin embargo, es necesario ir más rápido y con más ambición: “Estamos ante una problemática europea, un reto europeo al que hay que dar una solución europea”, ha subrayado, y ha adelantado que va a pedir un “nuevo gran pacto europeo por los agricultores y el medio rural. No podemos quedarnos cortos”, ha advertido el ministro español, que ha asegurado que también planteará la cuestión de las cláusulas espejo durante la reunión del lunes, si bien fuentes diplomáticas destacan la complejidad de un asunto que, en cualquier caso, tiene todavía un largo recorrido negociador ante sí.

500 propuestas

Por su parte, el viceprimer ministro belga y responsable de Agricultura, David Clarinval, cuyo país ostenta este semestre la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, ha explicado que de cara al encuentro de este lunes se han recibido un total de 500 propuestas para responder las demandas de los agricultores por parte de los 27 Estados miembros. “Escuchamos claramente las quejas” de los agricultores, ha asegurado.

Una aseveración que este lunes no solo era figurativa. La sede del Consejo de la UE donde se reúnen este lunes los ministros para discutir medidas inmediatas y de corto plazo para responder a semanas de protestas del campo amaneció rodeada de tractores que bloquearon las principales vías del barrio europeo y otras partes de Bruselas, cuyos bocinazos y petardos se oían nítidamente desde unas instituciones europeas sobre las que la policía belga había establecido un férreo contorno de seguridad.

Igual que hicieron durante la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno el 1 de febrero, los agricultores buscan hacer presión sobre los ministros mostrando su poder a través de los potentes y gigantescos tractores que han traído hasta la capital belga, capaces de ocupar buena parte de las vías y colapsar el tráfico de la ciudad, cuyas autoridades han recomendado dejar el coche en casa y usar el transporte público esta jornada.

Tras la demostración visual de fuerza, hay, aseveran, una frustración aún más fuerte: “Esperamos que los ministros sepan entender la importancia y gravedad de la situación”, decía a periodistas en vísperas de la manifestación Christiane Lambert, copresidenta de Copa-Cogeca, el principal paraguas sindical agrícola europeo, que dice representar a 22 millones de agricultores en toda la UE.

La protesta del campo europeo, que comenzó en Alemania y ahora continúa en España, tras haberse propagado por múltiples Estados de la UE —el sábado, el presidente francés, Emmanuel Macron, inauguró la gran cita anual de la agricultura en París, el Salón de la Agricultura, en medio de fuertes tensiones y protestas— tiene en su origen agravios diferentes. Pero hay una línea común en todas las protestas que confluye en Bruselas, aseveró Lambert: “El caso omiso que hacen las autoridades a las reivindicaciones y quejas” de un sector que se ha visto apabullado, sostiene, por una “avalancha total de normativas”, especialmente desde la aprobación del Pacto Verde Europeo —que Copa-Cogeca califica de “tsunami regulatorio”— y la inclusión de la transición verde en la nueva PAC que les cuesta comprender y, sobre todo, cumplir a los ritmos marcados.

“No somos reacios ni hostiles ni a la transición (verde) ni al cambio (…) pero nos oponemos a objetivos poco realistas, a este ritmo acelerado en la transición y a la falta de acompañamiento. Si tuviésemos un cronograma realista, si tuviésemos objetivos realistas y sobre todo un acompañamiento financiero, los agricultores sí que podrán cumplir con todos estos objetivos”, aseguró Lambert. Sus palabras refuerzan la advertencia que el ministro Planas hizo en entrevista con EL PAÍS el domingo, cuando alertó de que “los agricultores han percibido los objetivos del Pacto Verde como un despotismo ilustrado, como unas ideas impuestas desde arriba hacia abajo” y subrayó que hay que incluir al sector en el diálogo y proceso que dirige Bruselas. “España defiende el mantenimiento de la ambición ambiental de la PAC, pero somos sensibles a las preocupaciones sobre los medios para ponerlas en práctica”, ha acotado el ministro este lunes, ya desde Bruselas.

Además de las medidas inmediatas para simplificar los requisitos medioambientales y reducir la carga administrativa de los agricultores, la Comisión Europea ha ha anunciado que reducirá las inspecciones a cultivos y granjas. A más largo plazo, ha adelantado que estudia pedir a los Estados miembros que se revisen los reglamentos básicos de la PAC para facilitar el trabajo sobre todo de los pequeños agricultores.

Estas medidas vienen tras una primera concesión, cuando a finales de enero planteó una derogación temporal de la exigencia de dejar un porcentaje mínimo de terreno en barbecho cada año, y en momentos en que avanza un “diálogo estratégico” sobre el futuro de la agricultura en el que un grupo de expertos, organizaciones y representantes del campo —aunque, según los manifestantes, no los suficientes— buscan soluciones a más largo plazo para el sector.

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