Esto es lo mejor que puedes hacer para tener más calidad de vida en la menopausia
¿Es la menopausia, como la proteína, el último reclamo de marketing de la industria? Expertas en esta etapa vital de la mujer insisten en que no. Para estas divulgadoras de la salud, nunca se hablará lo suficiente de un tema que sigue siendo tabú.
Y la prueba la tienen en sus consultas, donde muchas mujeres siguen sintiéndose apartadas de la sociedad, tienen miedo de compartir con sus parejas que ya no tienen la menstruación o sufren en el trabajo las consecuencias de los síntomas sin ser comprendidas. Por eso, Flavia Talks, un foro organizado por la marca de complementos alimenticios, ha reunido a grandes profesionales para tender la mano a un total de 7,6 millones de españolas que, se calcula, se encuentran en esta etapa vital.
¿QUÉ PASA EN LA MENOPAUSIA?
Lo primero que debemos tener claro como sociedad es que no se trata de ninguna enfermedad, sino de cambios hormonales que no deben vivirse con vergüenza, sino con acompañamiento. Una encuesta de la marca responsable de esta mesa redonda recoge que un 37% de las mujeres afirma que resulta difícil obtener la información y apoyo que necesitan en relación con la menopausia.
"Desde un punto de vista biológico, lo que sucede en el cuerpo es que el ovario deja de producir estrógenos, la hormona femenina por excelencia, que tiene receptores para funcionar a todos los niveles. Esto causa muchísimas consecuencias, tanto fisiológicas como emocionales que son innegables", explica Silvia P. González, ginecóloga, subdirectora médica, coordinadora de investigación, jefa clínica de la unidad de menopausia y osteoporosis y Presidenta de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).
MÁS QUE SOFOCOS: 100 SÍNTOMAS
Hablamos de la función reproductiva, pero no tanto de la hormonal que es, según la ginecóloga, igual o más importante. "Hay gente como yo, que no vamos a reproducirnos ni seremos madres, por lo tanto, no usaremos el ovario para la reproducción, pero el contexto hormonal y biológico sí nos afecta a todas y, a partir de la menopausia, cambia a nivel familiar, en el trabajo... Pero esto no sólo es parte de la mujer, por eso yo convoco también a la pareja en consulta, para que tenga la información".
Silvia P. González cuantifica en un centenar los síntomas, mucho más allá de los sofocos. "No es cuestión de meter miedo a nadie. Hay a quien le pasa de todo y mujeres que no notan absolutamente nada". Son un 5%. Pero sí hay que tener constancia de que la menopausia no sucede sólo cuando llega la última regla, que en España, de media, suele ser a los 51 años, sino que abarca también el período de la perimenopausia, esa transición, y el climaterio, como consecuencia del agotamiento ovárico. "Entre dos y ocho años antes de la menopausia".
LAS EMOCIONES
Patri Psicóloga expresa que, por la citada bajada del nivel de estrógenos, es absolutamente normal sentir tristeza, hambre emocional, ansiedad, desasosiego, falta de sueño, baja autoestima, cansancio, acumulación de grasa abdominal y, a todo ello, "le añadimos el síndrome del nido vacío", cuando los hijos abandonan el hogar y, en muchos casos, la madre cuidadora se siente sola y que su vida ya no tiene el mismo sentido.
"Parece que en el contexto social ya se tiene que acabar tu vida sexual porque no puedes ser madre y te conviertes de golpe en una persona mayor en el trabajo. Pero hay muchas cosas positivas, como poder encontrarse a una misma y tomar decisiones importantes en nuestra vida. No es, ni mucho menos, el acabose como se veía hace 20 años gracias a la visibilidad que se le está dando", incide la terapeuta.
EL SEXO
Invita, además, a explorar la sexualidad. "Hay que acabar con el mito de que se acaba el deseo. Por supuesto, aparece la sequedad vaginal, que puede dificultar la penetración, pero existen los lubricantes, los juguetes sexuales que ayudan a las relaciones más satisfactorias y tampoco hay que tener miedo a entender la sexualidad de una manera más integral".
De hecho, cuenta que tiene pacientes que se sienten más vitales que nunca porque tienen parejas nuevas tras divorciarse y estaban acostumbradas a lo mismo, "y al no poder quedarse ya embarazadas, disfrutan más de sus relaciones". También cree que hay que quitarse esa vergüenza de la luz apagada y meter tripa. "¿Qué creemos, que a los hombres no les pasa lo mismo? A ellos les gusta que seamos nosotras mismas, así que quitémonos esa idea de que no somos deseables".
NUTRICIÓN
Bárbara Munar, dietista especializada en menopausia, recomienda cambiar esa orientación restrictiva de las dietas que se nos inculca desde niñas. "Contamos calorías y comemos poco y, si eso es totalmente contraproducente para un metabolismo ahorrador, como el banco, que en cuanto se siente amenazado almacena lo que tomamos en forma de grasa, aún lo es mucho más en la menopausia, cuando somos más sedentarias. Lo que deberíamos hacer es empezar a prestar atención a la calidad de los alimentos".
Anima a comer como nuestros abuelos, "alimentos frescos, buenos procesados de etiqueta corta" y evitando los ultraprocesados con pocos nutrientes y mucho azúcar, que nos provocan hambre al poco tiempo al generarnos picos de insulina y, además, nos hacen sentir mal tras haberlos ingerido. "Es normal tener antojos hormonales, porque dormimos peor, acumulamos cortisol y aumenta la grelina [una hormona gástrica que regula el apetito y la homeostasis nutricional]". Por eso, la estrategia debe basarse en "aumentar el consumo de verduras y frutas, con muchos minerales, y un gran consumo de proteínas, que nos sacian, ya que normalmente no solemos llegar a los requerimientos. Las mujeres estamos muy por debajo". Son buenos los alimentos que nos desinflaman, como los frutos secos, apunta. "Con esto ya tenemos un 90% del trabajo".
ACTIVIDAD FÍSICA
Por su parte, Crys Dyaz, entrenadora personal, fisioterapeuta y ex nadadora de élite de la selección español, insiste en la relevancia del entrenamiento de fuerza. "Un estudio siguió a mujeres menopáusicas durante seis años, y aquellas que realizaron consistentemente entrenamiento de resistencia no perdieron músculo, ni ganaron grasa ni vieron ningún cambio en su metabolismo".
La especialista en distintas etapas vitales de la mujer es partidaria de hacer un poco de deporte, aunque no se pueda todo el tiempo o con la intensidad que una quiere. "No debemos ser tan exigentes de o lo hago perfecto o no lo hago. Es preferible la escala de grises, aunque estemos a un 70%, porque el trabajo de fuerza es innegociable para combatir la pérdida de masa ósa y muscular y, aunque parezca paradójico, el ejercicio físico combate el estrés y el cansancio".
Es más, la entrenadora explica que dedicarse una hora cada día redunda en más beneficios físicos y mentales. "No es un lujo, sino una necesidad, y genera endorfinas, esenciales para mantener niveles de felicidad óptimos". En cuanto al momento, recomienda hacer la actividad a primera hora y en ayunas para un mejor equilibrio. Y no descarta ayudarse de la suplementación. "Estamos deficitarias de muchos nutrientes por la vida que llevamos y la alimentación, ya que apenas tenemos tiempo de cocinar. La vitamina D es muy recomendable, sumada al calcio y la vitamina K, porque tendríamos que comer ocho huevos diarios para llegar a los niveles adecuados", añade Munar.
SEGURIDAD Y AUTOESTIMA
"Cada menopausia es única, como la huella dactilar", concluye Silvia P. González, que anima a las mujeres a no compararse. A las que experimenten peores síntomas, y sientan que el cuerpo no les sigue, también les comenta la posibilidad de la terapia hormonal. "Hace años las hormonas que se ponían no se parecían a las que produce el cuerpo y eran café para todos: sintéticas, a dosis muy altas y a veces se obtenían de orina de yegua procesada. Hoy, afortunadamente, se ha avanzado mucho y están ahí para ayudar a vivir y sentirse mejor, como los complementos alimenticios y algunos fármacos disponibles".
Hay muchísimas herramientas al alcance, indica la ginecóloga. "Consulta a profesionales y analízate, porque necesitamos que vengas y que nos lo consultes. Estamos en el siglo XXI y esta revolución ya se ha puesto en marcha y tú eres parte de ella". Dyaz se muestra de acuerdo en que la mujer está en su mejor momento con el acompañamiento adecuado. "Si estás feliz contigo misma vas a estar feliz con tu entorno, en el trabajo y con tu pareja".
Patri Psicóloga concluye con la interpretación que la propia mujer hace de los cambios que está sintiendo, que influye directamente en cómo se siente. "Cuando las expectativas son tener más tiempo para una misma, para cuidarse, hacer ejercicio, hablar con amigas, y sin ver la edad como algo limitante, la mujer tendrá más seguridad y confianza que esperando que llegue lo peor porque exacerbamos toda esa sintomatología".