Muere John Mayall, el pionero del ‘blues’ británico, a los 90 años

John Mayall, el pionero del blues británico, que llegó a tocar con estrellas de la talla de Eric Clapton, Peter Green y algunos de los miembros de Fleetwood Mac, ha fallecido en su casa de California a los 90 años, según anunció su familia. “Con el corazón encogido damos la noticia de que John Mayall falleció en paz en su casa de California el 22 de julio de 2024, rodeado de su querida familia”, se lee en el mensaje de Instagram sobre el músico nacido en Reino Unido. “Los problemas de salud que obligaron a John a poner fin a su épica carrera de giras han llevado finalmente a alcanzar la paz a uno de los mayores guerreros de la carretera de este mundo. John Mayall nos dio noventa años de incansables esfuerzos por educar, inspirar y entretener”, agregó el mensaje.

En el texto publicado en la red social, sus familiares recuerdan la entrevista que el músico ofreció al diario The Guardian en la que Mayall reflexionaba: “(El blues) trata, y siempre ha tratado, de esa cruda honestidad con la que (se expresan) nuestras experiencias en la vida, todo esto confluye en esta música, también en las letras”. El mensaje de su familia destaca “su honestidad, su conexión, su comunidad y su forma de tocar” que seguirán “influyendo en la música y la cultura de hoy y de las generaciones venideras”.

John Mayall fue nombrado Caballero del Imperio Británico, tuvo dos nominaciones a los premios Grammy y recientemente fue admitido en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Según sus familiares, cuando falleció estaba con sus seis hijos, Gaz, Jason, Red, Ben, Zak y Samson, siete nietos y cuatro bisnietos, además de las que fueron sus esposas Pamela y Maggie. “Para ser sincero, no creo que nadie sepa realmente qué es (el blues) exactamente. Simplemente no puedo dejar de tocarlo”, dijo el músico.

Le llamaban “el padre blanco del blues”. Residía en California desde principios de los setenta, pero su leyenda se cimentó en Gran Bretaña, entre 1965 y 1969. Al frente de los Bluesbreakers ejerció como mentor de extraordinarios guitarristas: por orden de llegada, Eric Clapton, Peter Green y Mick Taylor. No hubo nada premeditado en esa racha, explicaba en una entrevista con EL PAÍS: “Ellos querían tocar blues y yo les daba la oportunidad”. Se revolvía contra el rumor de que era un jefe exigente y tacaño: “El blues solo llegaba a los iniciados, no se ganaba dinero. No recuerdo haber cobrado cifras con más de tres dígitos hasta que llegué a Estados Unidos”.

Algo le distinguía de sus pupilos: tenía más experiencia vital. Nacido en 1933, Mayall realizó el servicio militar obligatorio y estuvo desplegado en Corea. En California disfrutó de las libertades conquistadas por el hippismo: “Tenía casa en las colinas de Hollywood, en Laurel Canyon. Era una comunidad bastante salvaje; vivían muchos músicos, de Neil Young a Joni Mitchell.” Sintonizó con el ambiente y realizó discos de sonido acústico, sin batería. No obstante, es una época que preferiría olvidar: “Se me quemó la casa. Todo se hizo cenizas”. ¿Incluso su famosa colección de erotismo y pornografía? “Todo”.

Por aquel entonces escribía canciones de contenido político (“The laws must change”) o ecológico (“Nature’s disappearing”). No respondían a afanes revolucionarios: “Siempre he pensado que las leyes están para obedecerlas, aunque sean injustas”. Seguía la pista de sus maestros, como J. B. Lenoir, “que hizo canciones sobre Vietnam”. Durante la época próspera de la industria, Mayall publicaba al menos un disco al año, “y lo seguiría haciendo, si hubiera demanda”, confesó a este diario.

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