Alicia, la auxiliar de enfermería que lleva 50 años cuidando: "Mis amigas dicen que ellas no podrían limpiar culos y me da rabia"

Son las primeras que encienden la luz en la habitación del paciente: con sus "buenos días", se acaba la larga noche. Te preguntan qué tal, te dicen cómetelo todo, no te perdonan una mañana sin bañarte, te anuncian entre bromas que van a cortarte esas uñas de gavilán ya mismo y luego, cuando al rato regresan, te apremian para que te comas la fruta, toda la fruta, hasta el último trozo de fruta, haz el favor, que tiene muchas vitaminas.