Transferencia, sobre o Bizum: ¿cuál es la mejor forma de dar dinero en una boda?

Algunas personas se deciden por la apertura de una cuenta bancaria para que los invitados vayan ingresando en ella esta cantidad. Como es habitual, Hacienda está pendiente de este tipo de pagos, sea cual sea la modalidad.

Los regalos de la boda -también el dinero- están considerados por la legislación como 'adquisición de bienes a título gratuito' y su tributación se efectúa a través del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones que grava los incrementos patrimoniales obtenidos a título lucrativo por personas físicas. En este sentido, el gravamen dependerá de la comunidad autónoma.

La ley establece que cualquier regalo debe declararse, aunque cantidades a partir de los 3.000 euros son las que pueden poner bajo sospecha a la Agencia Tributaria.

Sobre en efectivo

El dinero en efectivo es una de las maneras más difíciles de rastrear por la Agencia Tributaria. Cuando se superan los bancos observan ingresos en metálico superiores a 3.000 euros o se efectúan ingresos con billetes de 500 alertando a Hacienda y a los propios titulares lo que puede llevar a la obligación de declarar.

Dinero por transferencia

En este caso, los regalos por transferencia también se deben declarar a la Agencia Tributaria. Como explican en Administrativando Abogados la no declaración puede dar a entender que se trata de un aumento patrimonial no justificado lo que implicaría tener que incluirlo en el IRPF.

Dinero por Bizum

Con la popularización de esta aplicación, es habitual que los novios reciban regalos por este método. La propia plataforma tiene límites para poder enviar o recibir dinero. En este caso, cualquier suma superior a 10.000 euros deben ser declarados en la Declaración de la Renta. Es importante tener en cuenta que los movimientos son trasladados a Hacienda por parte de los bancos.

En sentido estricto, la normativa señala que se deben declarar siempre los regalos de bodas. En este sentido, desde el Instituto Europeo de Asesoría Fiscal (INEAF) advierten de que aunque este criterio de no perseguir la declaración de los regalos sea el más extendido, la directriz siempre puede cambiar por lo que recomiendan ser honestos con la Agencia Tributaria. En cualquier caso, los invitados, de acuerdo con los novios, deben ponerse de acuerdo para elegir el método que mejor les convenga.