El empleo agrícola y del hogar cae tras el alza del salario mínimo

Los registros de este segundo mes del año dejan 10.700 afiliados menos en labores agrícolas. Una cifra que se explica por la volatilidad del trabajo en el campo y las condiciones de cada campaña. Mientras que en el régimen de hogar se han perdido otros 500 trabajadores en el último mes.

Pero en el último año, el régimen de hogar ya ha perdido 22.000 afiliados; y otros 4.600 han cesado su actividad en labores agrícolas. A estos 26.000 puestos de trabajo hay que añadir otros 1.300 de empleadores del servicio doméstico que han cesado su actividad. En total, casi 30.000 ocupados menos en el último año en estas tres actividades, frente al crecimiento experimentado por el resto de labores de la economía, sin excepción, que ha ganado 448.000 empleados.

La sangría de afiliados en el campo y en el servicio doméstico discurre en paralelo a subidas del salario mínimo interprofesional (SMI) como la de este año, con un alza del 4,4% hasta los 1.184 euros brutos. Una medida que iba a impactar, según venían advirtiendo las patronales, en los sectores con más trabajadores cobrando el SMI. Entre ellos, la agricultura y el hogar.

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, se había mostrado de forma insistente en «desacuerdo» con subir el SMI «de forma tan abrupta» y sin «compensaciones para sectores como el régimen agrario o de hogar». La organización de autónomos ha venido advirtiendo de que los constantes incrementos del SMI en los últimos seis años –casi un 60 %– ha provocado la pérdida de 174.000 empleos entre agricultura y el régimen del hogar. «Una subida de 50 euros al mes supone 1.000 euros más de coste por trabajador entre salario y cotizaciones sociales; si a esto le añadimos el incremento del 6,25% por la reducción de jornada, son más de 3.000 euros por empleado», ha insistido en muchas ocasiones Amor al preguntarse si las familias que tienen contratado un cuidador «se pueden permitir esto».

Se mantiene el tono

En términos generales, el mercado laboral ha conseguido echar a un lado el fantasma de la desaceleración después de un mes de febrero en el que se han creado 100.340 puestos de trabajo hasta situar el número total de afiliados rozando los 21,2 millones, según los datos del Ministerio de Seguridad Social. Contrastan con los casi 250.000 afiliados que se perdieron en enero, el peor inicio de un ejercicio en los últimos 15 años.

Este incremento del empleo se explica fundamentalmente por el comportamiento de tres sectores, que son los que habitualmente tiran de la economía en esta época, a la espera de que comience la temporada turística, algo más retrasada este año por la Semana Santa de abril. Se trata de educación, donde el número de afiliados ha aumentado en más de 31.000 personas; hostelería, con 27.00 más; y construcción, que añade otros 20.000 trabajadores en el último mes.

Por su parte, el número de personas desempleadas registradas en las oficinas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) al finalizar el mes de febrero se ha reducido en 5.994 personas en relación con el mes de enero, según los datos del Ministerio de Trabajo. Este dato contrasta con la tendencia habitual para este mes, en el que suele subir el número de parados registrados, sobre todo a la espera del inicio de la temporada alta turística.

El paro total es de 2.593.449 personas, la cifra más baja en un mes de febrero desde 2008. Y con respecto a febrero de 2024 el desempleo ha bajado en 166.959 personas.