La Cumbre del Clima acuerda iniciar la senda hacia el abandono de los combustibles fósiles
El texto que ha sido llevado finalmente al plenario ha buscado un leguaje que sea aceptado por todos, pero también que indique hacia dónde debe encaminarse el futuro del planeta. Ya no habla de «eliminar gradualmente» o «reducir» los combustibles fósiles, como reclamaban las naciones más ambiciosas, sino de «hacer una transición» hacia el abandono de estos combustibles fósiles en los sistemas energéticos que sea «justa, ordenada y equitativa». No obstante, el nuevo lenguaje del texto, que fija esa senda de abandono, es equivalente a pactar una eliminación gradual, según interpreta el ministro del clima danés, Dan Jorgensen.
El acuerdo es «histórico», ha dicho el presidente de la COP28, sultán Al Jaber ante el plenario, justo después de aprobar el acuerdo. Ofrece un «plan sólido» para mantener la temperatura global del planeta en 1,5°C, un umbral a partir del cual los impactos del cambio climático se multiplican. No obstante, también ha reconocido que «tenemos que adoptar las medidas necesarias para que este acuerdo se traduzca en acciones tangibles».
El texto se ha presentado tras día y medio de negociaciones intensas después de un primer borrador que generó las críticas en cascada de decenas de países, por no expresar la urgencia de actuar en esta década contra el cambio climático para limitar el calentamiento global en 1,5 grados. La ciencia dice que después de 2030, limitar la temepratura global en este umbral no será posible, y sus efectos como olas de calor intensas y más frecuentes, aumento del nivel del mar o potentes huracanes se multiplicará.
El texto «reconoce» la necesidad de hacer reducciones profundas, rápidas y sostenidas de las emisiones de gases de efecto invernadero, que deben llegar a caer un 43% en 2030 para mantener el umbral de 1,5º. Por ello, el texto «pide» a las partes que contribuyan en la medida de sus posibilidades.
Entre las medidas que marcan ese camino, el texto cita no sólo la necesidad de hacer una transición de los combustibles fósiles. También se menciona la idea de triplicar las instalación de renovables a 2030 y duplicar la eficiencia energética; la aceleración de esfuerzos para «reducir progresivamente» la utilización de la energía basada en carbón cuyas emisiones no puedan ser capturadas (algo ya incluido en anteriores acuerdos) y la aceleración de «tecnologías de emisiones cero y bajas» que incluye no sólo a las renovables, sino también la energía nuclear, las tecnologías de reducción y eliminación, como la captura, utilización y almacenamiento de carbono y la producción de hidrógeno con bajas emisiones.
Además, pide acelerar los esfuerzos a nivel mundial hacia sistemas energéticos con emisiones netas cero, utilizando combustibles con cero o bajas emisiones de carbono mucho antes o alrededor de mediados de siglo. Pide acabar con los subsidios a los combustibles fósiles
También reconoce la necesidad de atacar otro gas de efecto invernadero que no es el CO2 para 2030: el metano. Y se pide acelerar la reducción de las emisiones del transporte por carretera.