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Noe, de 84 años, llegaba a 'First Dates' acompañada de su nieta, que era quien la había animado a acudir al espacio para que encontrara a su media naranja. La mujer pedía a Carlos Sobera que su pareja tuviera «dinerito», que fuera «guapetón», que tuviera «pelo» y que no fuera obeso.
El programa de Cuatro, que había tomado nota, le presentó a Ramón, un jubilado de 88 años que no agradó a la mujer. «Dije que quería una persona delgada, no consumida. Este señor me queda pequeño», se quejaba Noe, mientras que el hombre también ponía pegas a su cita. «Tiene los dientes como podridos y negros por dentro y eso a mí me afecta en un beso. Por lo menos que tenga los dientes blancos», señalaba el hombre sobre la boca de la mujer.
Esto tan solo fue el inicio, ya que durante la cena, la 'guerra' entre los dos octogenarios fue a más y aunque se mostraron educados el uno con el otro, cada uno por separado se mostró implacable ante las cámaras de 'First Dates'.
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«No me veo al lado de una persona tan enquencle, es que no sé cómo llamarle», aseguraba Noe, mientras que Ramón, por su parte, también se quejaba al equipo de 'First Dates'. «Ella aparenta más, si parece mi abuela. Tiene muchas arrugas y los dientes con sarro. Yo tengo 88 años y no tengo tantas arrugas me parece a mí», afirmaba el soltero que también se mostró disgustado que su pareja de la noche hablase de la muerte. «No me parece bien que hable de la muerte estando en una cita. No viene a cuento», manifestaba el hombre a las cámaras del programa.
Entonces, llegó la Decisión Final y Noe no aceptó tener una segunda cita con Ramón, como tampoco este quiso volver a quedar con la mujer, lo que provocó que esta le afeara su decisión. «Si ya sé que soy una vieja y un adefesio, pero se dice y ya está», le reprochó la mujer, a lo que el hombre le dio la razón: «No está mal, pero yo me encuentro más atleta y más ágil que esta señora».