Buscan revolucionar la guerra aérea con una tecnología que ya usaron los nazis en la Segunda Guerra Mundial>

Alemania tardó más de veinte años en desarrollarlo y parecía como un pequeño avión no tripulado con capacidad para llevar una cabeza explosiva de gran potencia. De hecho, es considerado el precursor del primer misil de crucero de la historia. Y el 13 de junio de 1944, solo una semana después del desembarco de Normandía, Hitler ordenó disparar los diez primeros V-1 contra Londres. Aquella nueva arma sembró el terror en los últimos meses de guerra en Europa.
Tecnología pulsejet reinventada
Ahora, Wave Engine Corp ha apostado por recuperar esa tecnología y su secreto está en la tecnología pulsejet, que lleva a cabo la combustión con un motor que emplea ondas de presión intermitentes que expulsan gases calientes a alta velocidad que generan un gran empuje.
La empresa explica que los motores de olas, también conocidos como motores de pulsorreactor, en lugar de maquinaria giratoria, «se caracterizan por su extrema simplicidad. Son esencialmente tubos huecos sin partes móviles. Este tipo de motor manipula la naturaleza comprimible («parecida a un resorte») del aire (las mismas características que permiten el sonido) para generar empuje para vuelos a alta velocidad», indican.
Y tienen niveles de eficiencia de combustible comparables a los motores a reacción, al tiempo que posee las ventajas adicionales de ser asequible, reiniciable en el aire y capaz de quemar una variedad de combustibles, como el queroseno, la gasolina e incluidos combustibles sostenibles a base de bioetanol.
Además de reducir la complejidad en los trabajos de mantenimiento. Al tiempo que supone una disminución de los costes generales lo que para la compañía es «un habilitador crítico para un número cada vez mayor de aplicaciones que requieren plataformas a reacción y de rápida producción».
Sus primeras demostraciones de vuelo incluyeron aterrizajes y despegues autónomos, ascensos verticales de alta velocidad, arranques instantáneos. La empresa apunta en su web que un punto clave de esta tecnología es el control por ordenador del rendimiento del motor para conseguir un resultado óptimo del sistema.
Y Daanish Maqbool, director general de Wave Engine añadió: «Llevamos años trabajando para aprovechar el poder del sonido y el fuego y creemos que va a cambiar la industria», porque tiene el potencial de modernizar la tecnología aérea militar y civil.