Así vigila el presidente serbio a los activistas en medio de las fuertes protestas por su deriva autoritaria

El 1 de noviembre, a las 11.52 de la mañana, 15 personas murieron tras el desplome del techo de la estación de tren de Novi Sad -la segunda ciudad más grande de Serbia-, un recinto que acababa de ser renovado. Desde entonces, a las 11.52 horas de cada día, grupos de ciudadanos, sobre todo universitarios, se concentran en todo el país para homenajear a los fallecidos y pedir explicaciones al presidente, Aleksandar Vucic, sobre el que sobrevuelan c