El Parlament da luz verde a tramitar el voto a distancia de Puigdemont

El Pleno del Parlament ha aprobado esta mañana por una abrumadora mayoría de 107 votos a favor, 26 en contra y dos abstenciones utilizar el procedimiento de lectura única para reforma del reglamento de la Cámara que permitirá, entre otras cosas, los votos delegados y el voto telemático de los diputados de JxCat Carles Puigdemont y Lluís Puig. La reforma se aprobará definitivamente en la sesión fijada para el día 25 de julio. El texto, que contempla cuatro puntos, ha prosperado en este primer trámite gracias a los votos de los grupos independentistas, los comunes y el PSC. Los socialistas han pasado de recurrir, en la legislatura pasada, este tipo de votación ante el Tribunal Constitucional, a apoyarla. El PP y Vox han votado en contra mientras que Aliança Catalana se ha abstenido.

La sesión se ha celebrado con las negociaciones de investidura sobrevolando el Pleno. Los grupos independentistas se han felicitado por el archivo definitivo del caso Tsunami Democràtic y del inminente regreso de Suiza de Marta Rovira, secretaria general de ERC, y del diputado republicano Ruben Wagensberg. La norma prevé hasta ahora el voto delegado en los casos de baja por maternidad, paternidad o larga enfermedad y con la reforma pasará a incluir supuestos que serán valorados a discreción de la Mesa con un escrito motivado del afectado. El cambio está destinado a permitir, entre otros, los votos telemáticos y delegados de los diputados que viven fuera de España en espera de ser amnistiados. El PP ha cargado con vehemencia por el cambio de criterio del PSC y presentará un recurso ante el Consejo de Garantías Estatutarias. El plazo de presentación de enmiendas concluye este mismo jueves por la tarde.

El Tribunal Constitucional emitió en junio una sentencia, la víspera de la constitución de la cámara, en la que estableció que la Mesa no debía aceptar los votos de los diputados en el extranjero al entender que su caso no estaba contemplado en el reglamento. La Mesa hizo caso omiso del fallo y aceptó los votos de dos diputados de Junts, Puigdemont y Puig, y uno de ERC, Wagensberg. Fue el PSC el que, en la legislatura pasada, se encargó de presentar el recurso ante el TC. Ahora, ha ido virando hasta dar apoyo al texto. El propio Salvador Illa, líder del PSC, alegó en la constitución de la Mesa que esos tres votos no eran tan importantes porque no cambiaban mayorías. Ferran Pedret, diputado del PSC, ha sostenido en el debate de este jueves que el voto telemático está inspirado en los reglamentos del Congreso y del Senado y el delegado en el de la asamblea de Extremadura. Y al final de su discurso ha recordado que se acaba de aprobar la ley de amnistía.

El president del Parlament, Josep Rull, en un momento del Pleno.
El president del Parlament, Josep Rull, en un momento del Pleno. ALBERT GARCIA

Con una mayoría tan reforzada y en medio de las conversaciones por la investidura, el debate ha sido de guante blanco. La republicana Marta Vilalta ha recordado que su grupo y la CUP quisieron reformar el reglamento en el anterior mandato pero que Junts se negó y ha subrayado que el PSC presentaba entonces recursos. Jeannine Abella (Junts) se ha felicitado de que se corrija una anomalía y ha deslizado que espera que el cambio no se deba solo a las ganas de Illa de ser president. Dani Cornellà (CUP) ha sostenido que esta reforma obedece a que las “reglas del juego” han cambiado por la aritmética y no por cambios profundos porque algunos, en alusión al PSC, no solo “se pusieron de perfil, sino que participaron en la represión” además de criticar a Junts por haber hecho “trampas al solitario” en el anterior mandato al sostener que el voto de Puig no se contabilizaba en realidad. Junts lo ha negado.

Inspirado en el reglamento del Congreso e inscrita en el pacto antifascista que existía en la cámara ya en el anterior mandato, la norma también flexibilizará a partir de ahora el sistema para que un partido pueda tener grupo propio con el pase provisional de un diputado de un grupo a otro. La CUP, por tanto, podrá tener grupo propio -cuenta cuatro escaños y el mínimo son cinco- y deja el subgrupo en manos de la fuerza de ultraderecha Aliança Catalana, que ganará protagonismo y tiempo. El reglamento también se modifica para que las declaraciones institucionales se hagan por mayoría y no por unanimidad. La diputada de los comunes, Susanna Segovia, ha recordado que la presencia de Vox en el hemiciclo impidió la anterior legislatura hacer declaraciones institucionales en contra, por ejemplo, de la violencia de género o a favor del derecho de asilo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Solo la derecha y la extrema derecha de Vox y AC se han opuesto a la reforma. El popular Juan Fernández ha reprochado al PSC su cambio de criterio, que se permita el voto a los “fugados” por interés político y ha calificado las negociaciones de la investidura de un capítulo más del “serial del reparto de despachos”. Sílvia Orriols, de AC, se ha abstenido al alegar que el texto era fruto del “españolismo y la extrema izquierda”. Josep Rull, presidente del Parlament, ha reconvenido varias veces al diputado de Vox, Joan Garriga, que aprovechaba su intervención para cargar contra la migración.

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y X, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal