Los negocios tradicionales que sobreviven en Sevilla: capirotes y sombreros
La Antigua Casa Molina en la calle Alcaicería, lleva desde 1816 vendiendo capirotes y resto de la indumentaria necesaria para que los sevillanos salgan de nazareno, siendo de hecho la tienda más antigua de la ciudad. Relacionada con la otra gran semana de la ciudad, está Foronda, dedicada a la venta de mantones de seda, mantillas y peinas, que hace dos años celebró su centenario. Los almacenes Velasco, con negocios en la calle Francos, Álvarez Quintero y Chapineros cuentan con más de 150 años de historia vendiendo productos de mercería al por menor. Actualmente, cada ubicación es un negocio independiente que dejó a cada establecimiento quedó enfocado a una actividad: accesorios y moda infantil; artículos especializados para las hermandades de Semana Santa y el que ofrece una gran variedad de telas y productos para labores de costura.
En línea con los negocios dedicados a las tradiciones propias de la región, sobrevive la sombrería Maqueda, en funcionamiento desde 1896 y que actualmente es regentada por su cuarta generación. Aunque en un primer momento abriera en la calle Almirante Apodaca, desde 1908 ocupa el número 40 de la calle Sierpes. En la tienda Rosario se pueden adquirir los sombreros de Fernández y Rocha, empresa que lleva en funcionamiento desde 1885, celebrando este 2025 su 140 aniversario. Un tiempo en el que han vendido sombreros a clientes de todo el mundo, entre ellos el propio Indiana Jones. También continúa en funcionamiento Padilla Crespo, que comenzó a hacer sombreros en 1939.
Casi únicos en sus campos, otros de los negocios que se mantienen imbatibles al paso del tiempo son los Almacenes Pérez Cuadrado, en funcionamiento desde 1944 en la calle José Gestoso o la papelería Ferrer de la calle Sierpes, cuya apertura en 1856 la convierte en la más antigua del país.