Además de la investigación policial, la Junta de Transporte de Seguridad de Japón (JTSB) también está investigando el accidente, con la participación de agencias en Francia, donde se construyó el avión Airbus, y en Gran Bretaña, donde se fabricaron sus dos motores Rolls-Royce, dijeron a Reuters fuentes cercanas con las pesquisas. Además, Airbus ha anunciado que también enviaría asesores técnicos para ayudar en la investigación.
Por su parte, la aerolínea ha asegurado en una rueda de prensa que el avión había recibido permiso para aterrizar por parte del control de tráfico aéreo. No obstante, tanto Japan Airlines como el gobierno declinaron comentar directamente sobre la conversación entre los controladores de vuelo y los dos aviones por estar el accidente todvía en investigación.
Respalda la versión de la aerolínea una grabación de la torre de control, al parecer tomada poco antes de la colisión y disponible en una web que transmite en vivo señales de tráfico aéreo, se escucha una voz que dice al avión de JAL: «Continúe la aproximación».
Asimismo, una fuente del Ministerio de Transporte confirmó a la emisora estatal NHK que el controlador de tráfico aéreo autorizó al avión de Japan Airlines a aterrizar en la pista C y ordenó al avión de la Guardia Costera que se mantuviera cerca de ella. Sin embargo, una fuente de la Guardia Costera afirmó que su piloto había recibido luz verde para despegar.
«Existe una gran posibilidad de que haya habido un error humano»
Ex piloto de Japan Airlines
«Existe una gran posibilidad de que haya habido un error humano», dijo el analista de aviación Hiroyuki Kobayashi, ex piloto de Japan Airlines. «Los accidentes aéreos rara vez ocurren debido a un solo problema, así que creo que esta vez también hubo dos o tres problemas que llevaron al accidente», ha explicado a Reuters.
El avión venía del aeropuerto que atiende Sapporo, en la isla norteña de Hokkaido; mientras que la aeronave de la guardia costera se preparaba para volar a la prefectura de Ishikawa para entregar suministros tras el terremoto que dejó 62 muertos el lunes.
Cinco personas murieron en la aeronave de la guardia costera, mientras que los 379 pasajeros y tripulantes del Airbus lograron ser evacuados antes de que fuera consumido por las llamas la noche del martes.
Tras el accidente decenas de vuelos fueron cancelados, pero otras líneas locales operaron con normalidad en Haneda, uno de los aeropuertos más transitados del mundo.