Los fortines que se izaron con grúa y ahora están junto al circuito de Fórmula 1

La decisión de trasladar los fortines de la Mata Espesa, dos búnkeres muy similares en tamaño y diseño, se gestó hace ya algunos años, y se llevó a la práctica entre 2020 y 2021. Ifema, propietaria de los terrenos donde se encontraban, obtuvo el permiso para esa mudanza, que se justificó por la necesidad de darle más visibilidad a estos vestigios, y permitir el acceso al público a los mismos.

Encargaron el traslado a una empresa, mediante un contrato por más de 156.000 euros. Los fortines estaban deteriorados y cubiertos de grafitis por aquel entonces. Hubo que utilizar varias grúas para poder mover a estos gigantes, de más de 100 toneladas de peso cada uno. Y también fue preciso salvar la orografía del terreno, realizando desmontes y salvando terraplenes.

Después, ya reinstalados en su nueva ubicación, se les limpiaron las pintadas, los restos de hollín y otras marchas en su superficie. Lo siguiente fue ejecutar trincheras similares a las que había en origen, algo que se hizo siguiendo las recomendaciones de los expertos. Para facilitar las visitas, se construyeron rampas para las personas con movilidad reducida, se valló el recinto, se instaló iluminación y se colocaron varios paneles informativos.

Imagen principal - Arriba, los fortines en su estado actual. Abajo, dcha, los paneles informativos. Izq., una foto del proceso de traslado
Imagen secundaria 1 - Arriba, los fortines en su estado actual. Abajo, dcha, los paneles informativos. Izq., una foto del proceso de traslado
Imagen secundaria 2 - Arriba, los fortines en su estado actual. Abajo, dcha, los paneles informativos. Izq., una foto del proceso de traslado
Una instalación, de mudanza Arriba, los fortines en su estado actual. Abajo, dcha, los paneles informativos. Izq., una foto del proceso de traslado JOSÉ RAMÓN LADRA

Y ahí está desde que se acabaron las obras, hace ya cuatro años: cerrado a cal y canto. Ahora, en torno a los fortines -que se pueden ver desde la acera cuando se pasa por la calle Francisco Umbral, en Valdebebas- los camiones trabajan a pleno rendimiento, preparando lo que será el futuro circuito de Fórmula 1. De hecho, están junto a la curva 8, conocida ya como «la del búnker», en el punto más alto del Madring y tras la recta más larga del circuito, que será lugar de adelantamientos.

La idea del Ayuntamiento madrileño, cuando se mudaron de sitio estas piezas, era hacerlas visitables y accesibles a todos los ciudadanos. Algo que no ha ocurrido todavía. Desde el área municipal de Cultura, sin embargo, aseguran que están estudiando la posibilidad de incluirlo en las futuras ediciones del programa Pasea Madrid.

Estos fortines, dos búnkeres gemelos, fueron construidos por el ejército de la República al inicio de la contienda civil, dentro de un gran entramado de fortificaciones que rodeaban Madrid. Muy cerca de ellos se encuentran los del Cerro de La Cabaña, dos búnkeres actualmente en proceso de ruina; y el muy famoso búnker del Parque del Capricho, el refugio que el general Miaja mandó hacer para albergar al Estado Mayor del Ejército Republicano.