CC OO anuncia movilizaciones en septiembre por el “bucle” en la negociación para reducir la jornada
“Quiero ser taxativo. La negociación ha entrado en bucle y va a haber movilizaciones en septiembre”. Así de claro se ha expresado este jueves en la Cadena SER el líder de CC OO, Unai Sordo, sobre la respuesta de su sindicato al momento en que se encuentra la negociación para reducir la jornada.
La negociadora de CC OO ya advirtió ayer, al salir de la última reunión, que habría protestas, pero con un condicionante importante. Se producirían en función del resultado de la próxima reunión, que tendrá lugar el lunes 29 de julio. Su jefe ha corregido esa posición este jueves y anticipa que el sindicato saldrá a la calle para protestar por la falta de avances en la contracción del tiempo de trabajo, una promesa que PSOE y Sumar consolidaron en su programa de Gobierno. UGT, de momento, no ha cambiado su posición respecto a lo expresado el miércoles, cuando también condicionó las protestas al resultado de la próxima reunión. Este movimiento de CC OO aumenta la presión sobre CEOE y el Ministerio de Trabajo de cara a la reunión del 29 de julio.
“No veo otro escenario porque en este momento los movimientos que hace el Gobierno todavía no han producido ningún cambio de posición en CEOE”, ha denunciado Sordo en la entrevista. “Es que CEOE sigue sin aclararnos si está dispuesta a negociar una reducción del tiempo de trabajo porque dicen que esto se haga en la negociación colectiva. En eso llevamos 40 años, pero toca empujar con un cambio en la ley”, ha añadido.
Ante “la cerrazón de la CEOE”, dice el secretario general de CC OO, “creo que hemos entrado en un bucle donde el Gobierno va poniendo posiciones encima de la mesa, que serían posiciones que podríamos negociar en caso de que hubiera un voluntad expresa de CEOE de negociar una reducción del tiempo de trabajo, pero como eso no es así, en mi opinión estamos dando vueltas a un círculo. Y cuando esto ocurre la mejor manera de hacer avanzar la negociación es mediante un proceso de movilización”.
A la pregunta sobre cómo se darán estas protestas, Sordo ha dicho: “Lo tendremos que decidir conjuntamente con la UGT, pero evidentemente van a ser movilizaciones en las calles, en los centros de trabajo, ya le daremos forma”.
En busca del acuerdo
Los sindicatos venían mostrando sintonía con el ministerio en este diálogo: valoraron positivamente tanto el primer como el segundo texto que Trabajo puso en la mesa. Este miércoles no rechazaron la postura del departamento que dirige Yolanda Díaz, pero cambiaron el tono. Ya se anticipaba algo de disconformidad que no se transmitió en pasados encuentros.
“El Gobierno no nos ha concretado muchos temas en los que debemos ser muy claros. Que tengamos nuevas reuniones es una buena noticia, pero no es menos cierto que estamos en un bucle”, dijo la secretaria de Acción Sindical de CC OO, Mari Cruz Vicente, que ante este panorama anunció: “Si el lunes 29 de julio [próxima reunión] no hay un avance importante en el proceso de negociación, nosotros seguiremos en la mesa, pero también nos movilizaremos en la calle para que esta medida tenga efectividad”. Sordo ha apartado esa meta volante y ha anunciado que sí habrá protestas.
Fernando Luján, el representante de UGT, también dijo que su sindicato protestará si el diálogo no evoluciona, en función de la reunión del 29 de julio. “El movimiento se demuestra andando. Podemos ser flexibles con transitoriedades, pero no estamos dispuestos a aplazar medidas. No se trata de suspender medidas, de llevar al año 2027 o 2026 algo que tiene que empezar a andar”, dijo. De momento su organización no ha expresado un cambio de posición.
A principios de julio parecía que el acuerdo saldría adelante solo con los sindicatos, en medio de un cruce de declaraciones entre la CEOE y el ministerio. Los decibelios bajaron, a la vez que la parte socialista del Gobierno dijo a la prensa que es mejor tardar más en lograr el acuerdo pero que este incluya a la patronal. Después Trabajo cambio algo su posición, abriendo la mano a cierta flexibilidad en la distribución irregular de jornada en 2025. Los sindicatos han venido expresando su conformidad con este cambio, o con otros que se puedan plantear (como una transitoriedad en la aplicación de la norma en función del sector), pero siempre y cuando la patronal participe en el pacto.
Tanto Trabajo como los sindicatos venían transmitiendo urgencia por cerrar esta negociación antes de las vacaciones de agosto. Decían que había prisa porque si no sería muy difícil que apliquen las prometidas 38,5 horas en 2024, una primera fase antes de las 37,5 que aplicarían en adelante. A la pregunta directa respecto a esta primera fase de la reducción, el secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, dijo ayer que la tramitación puede contar con “mecanismos que aceleren el proceso dentro del Gobierno y de las cámaras legislativas para cumplir con los plazos”, pero a la vez reconoció que prefiere “un acuerdo en el contexto de confianza recíproca” a “acelerar unas semanas el cierre del proyecto”.
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