El último incendio del contencioso Mourinho
Una Liga y una Copa fueron su balance en cuanto a trofeos, además de tres semifinales de Champions, pero queda también en el recuerdo cómo el portugués convirtió un club centenario en un foco constante de incendios. Ruedas de prensa mutadas en batallas sin cuartel, enfrentamientos sin pudor entre futbolistas y entrenador, una tensión desbordada en los clásicos... Las tres temporadas de Mourinho en el Bernabéu dejaron una huella importante y, doce años después de su salida, su figura es todavía recordada, como suele ser habitual, entre admiradores y detractores. Separados los caminos del luso y el conjunto blanco, el palmarés del primero se ha quedado casi estancado mientras el de Chamartín no ha dejado de crecer. Entretanto, sus etapas en Londres, Mánchester y Roma no han estado exentas ni mucho menos de su habitual dosis de 'mourinhismo'. Abandonado el fútbol de élite europeo, recaló el pasado verano en el fútbol turco de la mano del Fenerbahçe.
Algunos de los incendios más sonados provocados por el portugués llegaron tras duras críticas al cuerpo arbitral, inolvidables sus listas de errores impresas y su célebre «¿por qué?» tras la expulsión de Pepe ante el Barça. Sin embargo, la última polémica generada por unas palabras de Mourinho ha llegado después de un elogio arbitral, eso sí, acompañado de una crítica a los colegiados turcos y al Galatasaray. El derbi disputado el pasado lunes terminó con empate a cero y el luso cargó contra el banquillo rival, al que acusó de «saltar como monos» con el objetivo de presionar a Vincic, colegiado esloveno, para sacar una tarjeta en los primeros segundos de partido. «Su objetivo era sacar una amarilla a un jugador de 18 años en el segundo 20. Son muy fuertes en estrategias clandestinas como esta. Si hubiera sido un árbitro turco, habría visto amarilla. En esa situación, todos los que estaban en el banquillo rival saltaban como monos», sentenció.
Fiscalía, FIFA y UEFA
Unas palabras que desde el Galatasaray fueron interpretadas como un ataque racista y por las que el club sostuvo que el luso, desde su llegada a Turquía, «ha emitido constantemente declaraciones despectivas contra el pueblo turco. Pero su discurso ha pasado de ser meros comentarios inmorales a una retórica claramente inhumana». Asimismo, anunció que denunciarán a Mourinho por la vía penal ante la Fiscalía, además de hacerlo ante la UEFA y la FIFA.
Por su parte, el Fenerbahçe optó por defender a su técnico y desligar sus palabras de un posible ataque racista. «Estas declaraciones no pueden, bajo ninguna circunstancia, asociarse con el racismo. Cualquier intento de presentar esta declaración como un comentario racista es completamente malicioso». Estambul y el fútbol turco, últimos focos del incendio constante que supone José Mourinho.