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Esta nueva normativa cambia en primer lugar el etiquetado de la miel, de manera que los países de origen del producto deberán aparecer de forma visible en el etiquetado con el objetivo de combatir las importaciones de miel adulterada procedente de países de fuera de la Unión Europea. Además, se crearán sistemas para detectar la adulteración de miel con azúcar o para rastrear el origen del producto.
Los cambios también afectarán a los zumos de frutas, que podrán llevar la frase «contiene solo azúcares naturales» en su etiqueta. Además aquellos que hayan sido reformulados podrán etiquetarse como «zumo de fruta con contenido reducido de azúcar» si se ha eliminado al menos el 30% de sus azúcares naturales. Pero no se podrán utilizar edulcorantes para compensar el efecto de la reducción de azúcar en el sabor, la textura y la calidad del producto final.
Para las mermeladas y confituras se exigirá un mayor porcentaje de fruta. En concreto, por lo general deberán llevar 450 gramos de fruta por cada kilo, cantidad que subirá hasta los 500 gramos para las que se consideren «extra» y de alta calidad.
Aún queda recorrido hasta que estas novedades comiencen a verse en los estantes de los supermercados europeos. La directiva tiene que aprobarse ahora por el Consejo y cuando eso ocurra se publicará en el Diario Oficial de la UE. Entrará en vigor veinte días después, fecha a partir de la cual los estados tendrán dos años para aplicarla.
«Hoy hemos dado un paso importante en el etiquetado del origen de los productos alimenticios y hemos adoptado medidas estrictas para luchar contra el fraude de la miel. En el futuro, el país de origen deberá figurar en la etiqueta de las mezclas de miel. Además, habrá normas de calidad más estrictas y se constata la necesidad de un sistema de trazabilidad para la miel. Estas iniciativas garantizarán que los consumidores estén mejor informados, al tiempo que se protege tanto a los apicultores como a los consumidores de la miel adulterada», ha declarado el ponente de la directiva, el austriaco Alexander Bernhuber (PPE), tras la aprobación de la norma, que ha contado con 603 votos a favor, 9 en contra y 10 abstenciones.