La extraña polémica por el traje del Rey Felipe VI en la toma de posesión del presidente dominicano
¿Hay alguna razón por la que el Rey de España no pueda vestir con un traje blanco? A falta de respuesta, lo cierto es que su decisión de no hacerlo no pasó desapercibida el pasado viernes cuando asistió a la toma de posesión del presidente de la República Dominicana Luis Abinader. Y tanto la práctica totalidad de los medios impresos de este país como muchos diarios y digitales de la región destacaron el episodio, en la mayoría de los casos con un tono crítico, tachándolo de falta de respeto al protocolo dominicano. Si existía un motivo de peso, bueno sería una aclaración que llegara a la opinión pública de la nación caribeña.
El caso es que Abinader juró su segundo mandato presidencial, correspondiente al periodo 2024-2028, en una solemne ceremonia que se celebró en el majestuoso Teatro Nacional de Santo Domingo. Y lo hizo en presencia, entre otros, de 14 jefes de Estado y de Gobierno, que se desplazaron hasta la isla, como los presidentes de Panamá, José Mulino; de Paraguay, Santiago Peña; de Guatemala, Bernardo Arévalo; y de Uruguay, Luis Lacalle Pou; además de los gobernadores de Antigua y Barbuda, Rodney Williams; y de Puerto Rico, Pedro Pierluisi; así como los primeros ministros de Belice, John Briceño, y de Guyana, Mark Phillips.
En representación de España, aunque sin la compañía de ningún ministro del Gobierno, acudió a la cita el Rey Felipe VI, quien ocupó, además, la primera posición en la bancada del Teatro Nacional destinada a las altas autoridades extranjeras. Lo que sorprendió, y mucho, es que el Monarca fuera el único que rompió con el estricto protocolo que rige en cada toma de posesión en República Dominicana, al no llevar traje blanco. En las fotografías y vídeos de la ceremonia no puede destacar más Don Felipe, en medio de un mar de pantalones y chaquetas níveos.
"La razón que podría hablar detrás del traje gris del Rey", "Felipe VI sorprende al vestir de gris en la juramentación de Abinader", "El Rey Felipe VI rompió el protocolo en República Dominicana"... Decenas de artículos con titulares como estos se han publicado en medios de la región a propósito de la extraña polémica.
El Rey, es cierto, iba vestido con un traje claro, en este caso de color gris. Pero aun así llamaba demasiado la atención. Y no sentó demasiado bien entre los cronistas del acto semejante postura. Sobre todo, insistimos, por la incomprensión del gesto, que a saber si responde a algún motivo que bueno es que desde Protocolo y Comunicación de Zarzuela se hubieran apresurado a explicar.
Así las cosas, y ante el mosqueo general, periódicos como Hoy, El Nacional y tantos otros del país anfitrión, empezaron a difundir análisis y explicaciones, a cada cual más kafkiana, para tratar de justificar el gesto del Rey de España, haciéndose todos eco del argumento dado, durante la transmisión de la ceremonia en cuestión, por Jatzel Román, ex vicecanciller dominicano y experto del Centro de Análisis para Políticas Públicas (CAPP). Lo que se le ocurrió difundir es que "Felipe VI no fue vestido de blanco como se exigía para la toma de posesión de Luis Abinader porque la regla en su país [España] es utilizar ese color para fines religiosos y no para política".
Un argumento como otro cualquiera. Claro que nunca se ha visto a este Rey, como tampoco a su padre y predecesor, Juan Carlos I, presidir ninguna ceremonia religiosa vestido de blanco como una novia. Más bien parece que, mezclando churras con merinas, al analista dominicano le ha sonado la cosa al conocido como privilège du blanc -privilegio de blanco-, que permite a todas las soberanas católicas, incluidas por supuesto las Reinas de España, acudir ataviadas de este color a las audiencias oficiales ante el Papa, así como a las ceremonias en el Vaticano, a diferencia del resto de las figuras internacionales, obligadas en señal de respeto y por protocolo a presentarse ante el Santo Padre de riguroso negro.
Otro argumento esgrimido en la prensa dominicana ha sido que el Rey de España habría llevado traje gris por motivos de seguridad, con el fin de que al Monarca se le visibilizara bien entre sus pares al destacar por el color de su ropa. Quién sabe. Aunque en tantos otros eventos va con los mismos colores que el resto de invitados y no pasa absolutamente nada. Misterios te da la vida. También aquí parece que la imaginación echa a volar, y se piensa sin ir más lejos en la difunta reina Isabel II de Inglaterra, de quien sí se decía que siempre usaba trajes de colores rabiosamente chillones para que sus guardaespaldas y los agentes del Servicio de Seguridad británico jamás la perdieran de vista.
Fue el presidente Joaquín Balaguer, en 1973, quien, mediante un decreto, estableció la tradición de que en las ceremonias de toma de posesión de presidentes en la República Dominicana celebradas durante los meses de verano los invitados extranjeros llevaran traje blanco y zapatos negros.
La primera vez que Don Felipe acudió a Santo Domingo a una ceremonia de esta naturaleza fue, siendo Príncipe de Asturias, en agosto de 2008, a la del presidente Leonel Fernández Reyna. Entonces el Heredero optó por un traje beige. Cuatro años más tarde, con el mismo tono de vestimenta, representó a nuestro país en la primera toma de Danilo Medina. Mientras que para su inicio de segundo mandato, en 2016, quien se desplazó fue Juan Carlos I, en representación de su hijo, quien vistió, como ahora Don Felipe, traje gris. Cierto es que en aquella ocasión no se quedó solo el Rey de España. El mismo color de traje lo uso el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, mientras que el boliviano Evo Morales apostó por una chaqueta casi marengo.
Quizá la explicación a esta sorprendente polémica sea que se interpreta que basta con llevar un traje de color crudo a la ceremonia, sin necesidad de meter en la maleta uno blanco, que nunca es especialmente elegante en el caso de los hombres. Pero de ser así, ya serían ganas de destacar por destacar. Y al menos a los medios locales muy bien no es que les haya sentado. Por aquello de adonde fueres haz lo que vieres... Y el protocolo en una Monarquía es especialmente sagrado.
Y no es que Don Felipe sea alérgico al blanco. Que la víspera de la toma de posesión, no dudó en cambiar el tradicional y aburridote traje por una guayabera de este color, prenda típica de toda la región, con la que todos los mandatarios se presentaron a la recepción de bienvenida en el Museo de la Catedral de Santo Domingo.