La exposición del primer día de colegio
Con este simple gesto, de orgullo, de cariño, estás exponiendo a tus hijos a riesgos que pueden ponerles en peligro. De la imagen delante del colegio y del uniforme se puede identificar su centro escolar, además de ponerles cara, claro.
Piensa, ¿tienes una relación cercana con todos y cada uno de tus contactos en Instagram? ¿Y con los de WhatsApp? ¿Sabes que el fontanero que vino a hacerte un arreglo a casa puede ver esas imágenes que compartes si no limitas el alcance de tu publicación a un grupo específico?
Acciones tan sencillas como las descritas, pueden exponer a nuestros hijos a situaciones y personas desconocidas. Frecuentemente ponemos el foco en los menores y lo que ellos comparten, en ponerles límites en el uso de redes, en que entiendan y respeten a sus iguales, en ayudarles a tener una autoestima sana… y olvidamos el papel que los adultos jugamos en su exposición social en redes.
¿Por dónde empezar? Primero por una reflexión sobre el uso que nosotros, padres y madres, hacemos de las redes y lo que mostramos de nuestros hijos en las redes sociales que somos activos. Piensa dos veces si es necesario publicarlo. Y, en segundo lugar, formándonos.
Admitámoslo, las redes sociales nos pillaron a contrapié, seguramente aún recordamos la primera compra online y estando de Erasmus mandábamos mails como algo realmente moderno. Ahora nos hablan de Instagram, TikTok, Twitch… y nos da pereza solo escucharlo. Sin embargo, conocerlas por dentro es la mejor manera de acompañar y guiar a nuestros hijos.