Recuperan un quinto cadáver del interior del yate hundido en Sicilia mientras continúa la búsqueda del último cuerpo

Las autoridades italianas han recuperado en la mañana de este jueves un quinto cadáver del interior del Bayesian, el yate hundido en Sicilia, y se esfuerzan ahora en encontrar al último de los seis desaparecidos en la tragedia.

Según fuentes citadas por Reuters, el cuerpo recuperado es el del magnate tecnológico británico Mike Lynch mientras que su hija de 18 años, Hannah, sigue desaparecida. Los cadáveres de las otras cuatro personas que desaparecieron cuando el barco se hundió fueron recuperados del yate este miércoles.

El cuerpo sacado a la superficie hoy había sido localizado ya en la tarde de ayer miércoles dentro de los restos de la embarcación, que yace a 50 metros de profundidad sobre el fondo marino siciliano, pero no pudo ser recuperado ya que se hizo de noche y se suspendió la búsqueda.

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Los otros desaparecidos son el presidente del banco Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y su esposa Judy, y el abogado del empresario, Chris Morvillo y su mujer, Neda.

El Bayesian, un superyate de 56 metros de eslora y bandera británica, transportaba a 22 personas y estaba anclado frente al puerto de Porticello, cerca de la ciudad de Palermo, cuando volcó el lunes durante una fuerte tormenta.

Lynch y su familia estaban a bordo con un pequeño grupo de sus asesores financieros y legales celebrando la reciente absolución del magnate de los cargos de fraude. El pasado mes de junio, Lynch fue absuelto de los cargos de fraude que pesaban contra él en relación con la venta en 2011 de su empresa de software, Autonomy, a la multinacional Hewlett-Packard (HP) por más de 11.000 millones de dólares.

El número provisional de muertos asciende de este modo a seis, ya que el mismo lunes se encontró muerto al cocinero de la nave, Recaldo Thomas, canadiense nacido en la isla de Antigua. Por el contrario, quince personas salvaron la vida.

La búsqueda y recuperación se ve dificultada por la profundidad y la posición en la que quedó el yate, a 50 metros sobre el lecho marino siciliano, pero también por la limitada autonomía de los submarinistas, desde ayer apoyados por un robot subacuático.

Entretanto, la Fiscalía de Termini-Imerese ha abierto una investigación para esclarecer el desastre y ha interrogado durante más de dos horas en un hotel de la zona al capitán del velero, James Catfield, neozelandés de 51 años y uno de los supervivientes.

Por su parte, Giovanni Costantino, fundador y CEO de The Italian sea group, la empresa que cotiza en Bolsa y que posee los activos de Perini navi de Viareggio, constructora del Bayesian en 2008, habla de una "cadena de errores" y culpa a la tripulación.

"No debería haber gente en los camarotes, el barco no debería haber estado fondeado. ¿Y por qué la tripulación no se enteró de la llegada del temporal? Los pasajeros informaron de algo absurdo, dijeron que la tormenta llegó inesperadamente, de la nada. Esto no es cierto. Todo era previsible. Tengo los mapas meteorológicos aquí delante. Nada llegó de repente... Pregúntese: ¿por qué no había pescadores de Porticello esa noche? ¿Un pescador lee el tiempo y un barco no? La perturbación era totalmente legible en todas las cartas meteorológicas. Era imposible no saberlo", ha señalado.