Shodka, nuevo golpe policial a las mafias georgianas de ladrones de pisos, extorsiones y blanqueo
Más de 350 agentes de Policía Nacional, Mossos, FBI y Europol desplegados en Cataluña, Málaga y Alicante a la caza de 'vor v zakone' y sus soldados
La operación comenzó en 2023 cuando agentes destinados en la Comisaría de Marbella detectaron a varios individuos del crimen organizado ruso asentados en distintas zonas de España. Estos sujetos se dedicaban a la recogida y entrega de dinero en efectivo de origen ilegal con una serie de sospechosos de distintas nacionalidades.
El trabajo de los agentes sacó a la luz una organización criminal cuyos tentáculos se extendían a distintos países como Países Bajos, Letonia, Lituania o Italia. En España contaban con 'oficinas' en distintas ciudades, cada una de ellas gestionada por un 'cajero', quien cada día hacía las entregas y recepcionaba el dinero en efectivo.
Algunas de esas entregas, según ha podido saber ABC, llegaban a los 300.000 euros y se calcula que el movimiento mensual de efectivo era de varios millones sólo en nuestro país y procedentes de organizaciones mafiosas asentadas aquí.
Entre esos clientes de lujo, que utilizaban a la trama rusa como 'crime us service' en lo que se refería al blanqueo, están los cárteles serbios y albaneses, la Mocro Maffia, la mafia armenia y organizaciones ucranianas, colombianas y chinas, que movían enormes cantidades de dinero por todo el mundo a través de la la red ahora desmantelada.
Para los usuarios de la red de blanqueo el trabajo de ésta era imprescindible para para eludir el control cada vez más férreo de los países sobre el crimen organizado, lo que les llevaba a evitar acumular grandes cantidades de dinero en efectivo en sus viviendas, que sería de inmediato intervenido en caso de una operación policial. La red rusa les cobraba un porcentaje del dinero que blanqueaban, en concreto entre un 2 y un 3 por ciento.
La red rusa se comportaba como una auténtica multinacional del blanqueo, Cada 'cajero' disponía de una caja fuerte de seguridad, una contadora de dinero de alta capacidad y un armario insonorizado donde guardar la contadora para que nadie pudiera oír el ruido que hace este artefacto cundo cuenta billetes.
Cada vez que realizaban una entrega de dinero los 'cajeros' debían documentar la operación con un recibo para los jefes de la organización e incluso existía un protocolo de actuación que se entregaba a cada 'cajero' al llegar a la ciudad de la que se iban a hacer cargo, que incluía multas en caso de no seguir el protocolo marcado.
Por supuesto, las medidas de seguridad de los miembros de la trama eran muy fuertes. Cambiaban cada poco tiempo de casa y de vehículo y en ocasiones tenían pisos de seguridad sólo para los negocios. Además, los 'cajeros' alternaban de ciudad cada cierto tiempo, no sin antes instruir a su sucesor en los secretos del negocio.
Ha llamado la atención de los investigadores el hecho de que todos los móviles que utilizaban los miembros de la red estaban encriptados, de tal forma que si había una detención el resto se apagaba de inmediato.
Otra de las actividades de este grupo mafioso era la de proporcionar documentación a sus 'cajeros' y a otras personas, muchas de ellas ucranianas, que necesitaban 'papeles' con cierta premura. En este asunto jugaba un papel decisivo un policía nacional destinado en Extranjería en la Comisaría de Huelva y que fue detenido en Ayamonte.
A finales de enero se produjeron las detenciones, catorce en total, en Madrid, Málaga, Marbella, Torremolinos, Coín, Ayamonte y Lisboa. Cuatro de los arrestados ingresaron en prisión, tres de ellos los presuntos responsables de la red y el cuarto el policía corrupto. No se descartan más detenciones en el futuro.
De las diligencias se encarga el Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid.