Asesinato de Alcalá: «Se me fue de las manos»>

La Fiscalía pide una pena de 29 años de cárcel por los delitos de asesinato y robo con violencia. La defensa negaba en su escrito de calificación que su cliente hubiera asesinado a la víctima, conocida como el Chicho, para robarle y como alternativa reclama una pena de homicidio con la atenuante de drogadicción.

El acusado ha tratado de escudarse en el consumo excesivo de alcohol y drogas para justificar su conducta violenta. «Llevábamos el día anterior bebiendo y consumiendo todo el tiempo». Fernando Jesús ha mostrado una memoria selectiva para acordarse de algunos aspectos frente a otros. Ha detallado que la mañana de los hechos estuvieron bebiendo en una venta. «Nos peleamos porque me reconoció con la borrachera que me había quitado dinero». Eso se produjo según su versión cuando ya habían salido de la venta y estaban en un descampado próximo junto a la carretera que une Dos Hermanas con Alcalá de Guadaíra.

El acusado admite que cogió una piedra y le golpeó en mitad de la trifulca, pero su relato se detiene ahí. La fiscal le ha preguntado si después no maniató a la víctima cuando estaba en el suelo, le colocó una bolsa de plástico en la cabeza y le hizo un torniquete con un palo para estrangular al Chicho. «No me acuerdo, estaba drogado. Si lo hice, lo siento, estoy muy arrepentido«.

La declaración del acusado también hace aguas cuando ha negado que tenia la intención de robar a la víctima. Sin embargo, al mismo tiempo ha admitido que le quitó al Chicho la cartera y la cartilla que guardaba la víctima en una riñonera.

Dos trabajadores de la venta donde estuvo el acusado con la víctima han confirmado que ambos llegaron sobre las ocho y media de la mañana, que se tomaron unos botellines de cerveza con el desayuno y que después se marcharon

Comprar el móvil

A la hora, Fernando Jesus L. G. regresó solo y estuvo alli todo el dia. Algo que ocurría con frecuencia porque trabajaba en un taller próximo. Uno de esos testigos ha explicado que a media tarde comentó que tenía que marcharse a hacer unas compras y que fue entonces cuando el acusado le pidió que lo acercara a un Mediamarkt porque tenía que comprar un teléfono móvil.

Este testigo ha desmentido otra parte del testimonio del acusado quien aseguró que habia sido esta persona quien le compró el móvil. «El teléfono se lo compró él y lo pagó en efectivo«.

Cuando regresaron al bar, el acusado confesó lo que había hecho: «Nos dijo que no íbamos a ver más al Chicho. Al principio no nos lo creíamos». Ese testigo acudió al lugar donde le habia dicho el acusado que estaba el cuerpo y lo encontró. Cuando regresó al bar vio como Fernando Jesús L. G. salía huyendo.

Ninguno de los dos trabajadores de la venta han confirmado que el acusado fuera un reconocido consumidor de drogas. «Cuando iba al bar se tomaba unas cervezas y ya está».