34 años de cárcel para los dos principales acusados del magnicidio del periodista Fernando Villavicencio
La Fiscalía se ha salido con la suya: el Tribunal Penal de Pichincha ha condenado a 34 años y ocho meses de prisión a los dos principales acusados en el juicio por el magnicidio del periodista Fernando Villavicencio, candidato presidencial asesinado en agosto del año pasado días antes de la primera vuelta electoral.
Se trata de Carlos Angulo, el Invisible y de Laura Castillo, la Flaca, ambos al frente de una facción dentro de la conocida banda narcotraficante de Los Lobos, aliados del Cartel mexicano de Jalisco Nueva Generación. A Angulo se le ha considerado "autor mediato" del atentado que costó la vida al afamado periodista de investigación, principal látigo contra la corrupción propiciada por la revolución ciudadana comandada por el expresidente Rafael Correa. El tribunal ha sentenciado que el Invisible coordinó el asesinato desde la cárcel de Cotopaxi, donde estaba recluido entonces y que dio instrucciones para la ejecución.
Castillo, condenada por coautora, facilitó la logística a los sicarios colombianos contratados para el atentado. Los siete gatilleros, como se les denomina en Ecuador, también fueron asesinados semanas más tarde en dos prisiones de Guayaquil y Quito, durante motines provocados para acabar con sus vidas. El sicario Johan Castillo, Ito, quien alcanzó con sus balas a Villavicencio cuando salía de un mitin y estaba a punto de abordar su vehículo murió minutos después, tras ser alcanzado por los disparos de uno de los escoltas.
La jefa de este grupo utilizó a los otros tres condenados, Erick Ramírez, Víctor Flores y Alexandra Chimbo, para proveer información sobre los movimientos de Villavicencio a los sicarios. A estos tres se les ha dictado una pena de 13 años de prisión.
"Sólo buscan un chivo expiatorio en un caso mediático", se defendió Angulo desde el penal de La Roca, en Guayaquil, la cárcel para los presos más peligrosos del país, donde también permanece el exvicepresidente Jorge Glas.
"El camino es largo, apenas empezamos con esto. Se obtiene la pena máxima para los procesados. Esta etapa queda cerrada y seguimos en las siguientes investigaciones", corroboró nada más acabar el juicio Verónica Sarauz, viuda de Villavicencio y al frente de una de las acusaciones particulares.
Su abogado insistió en que este es el primer paso en busca de hacer público quiénes son los autores intelectuales del magnicidio, que conmovió al país andino y supuso un terremoto a pocos días de las elecciones.