El parricida de Sueca declara que mató a quien su exmujer “más quería en el mundo”, a su hijo
José Antonio A. C., acusado de matar a su hijo Jordi de 11 años el 3 de abril de 2022 en Sueca, en Valencia, ha reconocido este martes los hechos en el juicio que se está celebrando en la Audiencia de Valencia. El hombre, de 49 años, ha declarado que él y el niño discutieron cuando la madre se lo llevó a su casa aquel domingo para celebrar el cumpleaños del menor. “¿Por qué discutieron?” le ha preguntado el abogado de la acción popular. “Porque no quería estar allí, quería estar con su madre. No estaba a gusto. En ese momento no quería estar allí. Discutimos. Dijo que yo no era su padre. Y de ahí nos cogimos. De ahí pasó todo lo que pasó. Le cogí el cuello y le clavé el cuchillo”. “¿Y el niño, qué hacía?” “Estaba quieto”.
En su relato, José Antonio ha asegurado no recordar cuántas cuchilladas le asestó a su hijo (más de una veintena, según la fiscalía) y ha dicho que los hechos no hubieran ocurrido si su exmujer, Dolores, no le hubiera abandonado un año antes. “Si Dolores no hubiera seguido con el divorcio, ¿esto hubiera ocurrido?”, ha inquirido el abogado. “No creo”, ha respondido el acusado. “Si hubiera accedido volver no hubiera pasado”, ha insistido el letrado. “No”, ha afirmado.
La fiscalía y la acusación particular piden prisión permanente revisable por el delito de asesinato, entre otras penas. Consideran que se trata de un caso extremo de violencia vicaria, una forma de violencia machista que persigue infligir el mayor perjuicio a la mujer a través de sus seres más queridos. Por ello, el abogado de la Generalitat, que representa la acción popular y el único de la acusación al que ha respondido, ha preguntado si el niño era lo que más quería la madre. El detenido ha respondido que sí, “lo que más quería en el mundo”. En esta línea, ha asegurado no recordar si la madre llamó por teléfono a su hijo cuando estaban sucediendo los hechos y que le permitió coger la llamada al niño para que ella escuchara que lo estaba acuchillando, como sostiene la acusación. Luego, a la segunda pregunta sobre este aspecto, ha contestado: “Sí, puede ser”. Sus respuestas han sido siempre muy breves y con frecuencia vagas.
El acusado se ha referido en varias ocasiones al alcoholismo y la depresión que padece, al igual que su abogado, por lo que recibe medicación. Ha señalado que el día anterior al de los hechos bebió mucho y se puso muy borracho y que el día siguiente también bebió. Ha comendo también que el novio de su hermana le metía droga en la bebida. Y ha rechazado que ejerciera violencia de género sobre su exposa, de la que se divorció de mutuo acuerdo en 2021, pese a que hay una sentencia que lo condenó por este delito ese mismo año. Ha reconocido que se tomó “malamente” (el acusado ha empleado en todo momento el valenciano) el divorcio, que su mujer se marchara de casa y que le comentara que se había enamorado de otro. Con anterioridad, la relación había sido buena, según ha dicho. Pero ha negado que la insultara y la cogiera del cuello en dos ocasiones y, en una de ellas, llegara a amenazarla con un cuchillo. La magistrada ha constatado la contradicción de esta declaración con el testimonio que dio el acusado en la instrucción del caso.
La defensa ha incidido en los problemas de dependencia con el alcohol del acusado. “Las cosas no sin ni blancas ni negras la mayoría de las veces”, ha dicho, antes de apuntar a los episodios clínicos y las circunstancias en que se produjeron los hechos. “El acusado ha reconocido en sede policial y de instrucción ser el autor de los hechos”, pero hay “una zona gris”, ha reiterado el letrado.
La fiscal había advertido al jurado popular en su exposición de los hechos que el acusado y la defensa aludirían a los problemas con el alcohol como posible atenuante. Ya recordó que los “informes forenses han dicho que era plenamente consciente de lo que hacía y tenía la capacidad intelectual intacta”.
Tras el intenso y brutal testimonio del acusado, ha declarado la madre de Jordi (a puerta cerrada) y otros testigos en un juicio que está previsto que concluya el próximo martes, 16 de enero.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.