El Príncipe Andrés vuelve a sembrar la discordia en su reaparición pública: «Arrogante»

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La misa de Pascua reunió este fin de semana a (casi) toda la Familia Real británica y dos hechos llamaron la atención por encima del resto. El primero, la ausencia del Príncipe Guillermo y Kate Middleton por segundo año consecutivo. Y en segundo lugar, la presencia del Príncipe Andrés después de meses desaparecido de la escena pública. Su actitud, calificada como «arrogante», no dejó indiferente a nadie.

Una ve más, el Rey Carlos III y la Reina Camila fueron las estrellas de la reunión pública por el vigor mostrado. Está claro que este tipo de actos públicos son 'gasolina' para el jefe de la Corona, lo que más le revitaliza dentro de una salud tan lastrada por el tratamiento del cáncer. Sin embargo, la mayor resaca la han dejado sus familiares más directos.

El Príncipe Guillermo y Kate Middleton faltaron de nuevo a la cita y alegaron ante el propio Carlos III su deseo de estirar su descanso de Semana Santa antes de regresar a la actividad. Cómo negárselo después de todas las dificultades que ha pasado la princesa durante el último año. No obstante, hay quienes han señalado que acumulan ya quizá «demasiadas» vacaciones en los últimos meses.

La actitud del Príncipe Andrés

Si estas críticas han llegado por omisión, los reproches también han venido por acción. Más concretamente por la presencia del Príncipe Andrés después de meses desaparecido la escena pública, algo que se acentuó tras la tremenda polémica del presunto espía chino al que había metido en palacio. Todo un escándalo, uno más de una de las figuras más controvertidas de la Familia Real.

Lo cierto es que el Rey Carlos III se cuidó mucho de no aparecer muy cerca de su hermano, con quien mantiene una relación pésima. Lo ha intentado todo con tal de alejarle -o más bien de echarle- de Kensington Palace, pero no ha habido manera. Así que tampoco puede evitar que de vez en cuando le apetezca mostrarse en público, como ocurrió esta fin de semana.

Llegó acompañado de su exmujer, Sarah Ferguson, lo cual ya era otra novedad. Y una experta en lectura de labios ha descubierto para el diario 'The Mirror' su comentario a su entrada al servicio religioso, que ha venido a insistir en uno de los reproches más repetidos durante toda la vida del príncipe: su actitud «arrogante».

La reivindicación de su presunto estatus

Como es natural, un buen grupo de fotógrafos se reunió a las puertas del templo para cubrir el magno evento y allá que llegó el Príncipe Andrés a la capilla. Para empezar, entró al servicio religioso sin esperar al séquito que aguardaba la presencia de su hermano y su esposa. Poco después, el duque de York comenzó a charlar distraídamente con su cuñado, Sir Tim Laurence. Y es ese el momento en el que se ha fijado la experta consultado por 'The Mirror'.

El Príncipe Andrés menciona a los Príncipes de Gales, Kate y Guillermo, ausentes en la Misa de Pascua, refiriéndose a los asientos que iban a ocupar en el interior de la capilla, y ese es el objeto de análisis de Judi James, experta en lenguaje corporal, conducta social, imagen y habilidades de comunicación. Dice que el hermano del rey muestra una actitud «arrogante» durante una conversación que ha calificado como «incómoda». «Hizo que pareciera el baile de presentación de un debutante, ya que se situó rápidamente en una posición como segundo hijo de la difunta Reina», relata.

En resumen: aprovechó las ausencias de los Príncipes de Gales para reclamar su cuota de protagonismo como si fuera la segunda mayor personalidad de la Familia Real tras el rey. Como en los tiempos en los que reinaba su difunta madre, quien tenía a Andrés como su indiscutible favorito. Judi James también se ha fijado en su vestuario y lenguaje corporal: llevaba la chaqueta desabrochada, luchó por hacerse con un hueco en el grupo y mantuvo una pose «de cierta confianza» al sentarse con las piernas abiertas.

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