Telefónica entra en pérdidas por Reino Unido y el ERE, pero supera los 40.000 millones de ingresos

Telefónica cerró 2023 con unas pérdidas de 892 millones de euros, frente al beneficio de 2.011 millones de euros del año anterior, debido a los fondos provisionados para afrontar el ERE y el saneamiento de activos llevado a cabo en su filial en Reino Unido.

Durante el pasado ejercicio, la compañía recuperó el umbral de los 40.000 millones de euros de ingresos con 40.652 millones de euros de facturación, un 1,6% mas y la cifra más alta desde 2020, tras crecer en todos sus mercados.

Se trata de la primera vez que la compañía cierra un ejercicio en números rojos desde 2002, cuando acometió un importante deterioro de activos de más de 16.000 millones de la época para sanear su balance tras la burbuja de las puntocom. Si se excluye el ERE, que terminará con la salida de 3.420 trabajadores, y los otros extraordinarios, el grupo habría cerrado el año con un beneficio de 2.369 millones de euros, un 17% más.

Pese a estos extraordinarios, la empresa ha cumplido con sus objetivos financieros y confirmado los 0,30 euros de dividendo pagaderos en diciembre de 2024 y junio de 2025.

"Telefónica sigue ejecutando su hoja de ruta, sin detenerse ante la incertidumbre macroeconómica global (...). En 2023, Telefónica ha cumplido todos sus objetivos financieros y afronta con decisión los compromisos fijados en nuestro plan estratégico", aseguró en un comunicado el presidente de Telefónica, José María Álvarez Pallete.

Entre las noticias positivas del grupo, destaca el comportamiento del mercado español, que ha crecido en rentabilidad durante el último trimestre por primera vez desde 2019.

Asimismo, la empresa tiene cubiertos los tres próximos años de vencimiento de deuda, manteniendo bajo control su antigua mayor preocupación. La deuda financiera se sitúa en 27.349 millones de euros, 2,6 veces el Ebitda, después de un ligero repunte tras comprar la parte que no controlaba de su filial alemana.