La industria de defensa europea estudia cómo suplir la «presión» de Starlink sobre Ucrania
La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su acercamiento a Rusia para buscar el final de la guerra ha provocado la reacción de la Unión Europea, que este jueves dio el visto a un ambicioso plan de rearme de hasta 800.000 millones de euros, y puesto el foco en la industria de defensa.
Todo el sector militar debe hacer frente a dos de sus déficits más acuciantes, la dependencia y la fragmentación. El sector del espacio no se libra de estos problemas y la industria europea ha empezado ya a buscar fórmulas para solventarlos y abordar alianzas y estrategias conjuntas que permitan ofrecer una solución competitiva, según ha revelado este viernes el presidente de Airbus España, Javier Sánchez Segura, en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum.
En concreto, Airbus, Thales y Leonardo han iniciado conversaciones para estudiar cómo pueden «dar una respuesta coordinada» que sea capaz de competir con el «gran salto» experimentado por Starlink en Estados Unidos en la última década. «No es solo asociada al satélite, es el sistema de lanzamiento y de operación», ha recordado.
Una de las necesidades más urgentes es la de Ucrania, donde Elon Musk puede usar la fuerza que le da Starlink para presionar a Kiev a aceptar sus condiciones de paz. «Aquí lo que estamos viendo también es cómo ayudar a Ucrania hasta cierto punto y cómo podemos poner las capacidades que sí tiene Europa al servicio de nuestros países para intentar solventar la presión que está ejerciendo Starlink sobre Ucrania», ha revelado el presidente de Airbus España.
Dependencia y fragmentación
Más allá del espacio, los problemas de dependencia y fragmentación afectan a toda la industria de defensa europea y Sánchez Segura lo ha puesto con datos sobre la mesa: mientras Estados Unidos compra entre el 80% y 100% de sus productos militares en su mercado nacional, Europa solo el 20%; mientras que Estados Unidos opera 33 sistemas de armas, en Europa son 180. «Eso nos lleva a ser muy poco eficientes y efectivos en inversión en gasto en defensa», ha explicado.
Por ello, ha aplaudido el proyecto europeo de aumento de la inversión militar y el compromiso del Gobierno español de alcanzar el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) antes del año 2029 y ha sostenido que ahora el reto de la industria es la «ejecución», ser capaces de entregar en las fechas previstas los programas en marcha y a la vez incrementar su exportación.
Este impulso de la industria de defensa requiere una «transformación» del sector que el presidente de Airbus España ha avisado que llevará «tiempo». En cualquier caso ha pedido verlo no como un gasto sino como una inversión, ya que tiene un impacto directo en el PIB de los países, un retorno industrial, importante creación de empleo y contribución tributaria.