Nasrallah, líder de Hizbolá: «Israel violó todas las líneas rojas. Es una declaración de guerra»

También asegura que fueron un acto y una declaración de guerra contra el pueblo del Líbano y la soberanía del país.

Ha añadido, además, que algunos de los ataques ocurrieron en hospitales, farmacias, mercados, locales comerciales e incluso viviendas, vehículos particulares y vías públicas donde se encuentran miles de civiles, incluidos mujeres y niños.

Nasrallah, busca con este discurso reunir a sus seguidores e inspirar un nuevo desafío a Israel en un discurso televisado muy esperado, después de que la organización islamista militante con base en el Líbano se viera desorganizada por sucesivas oleadas de ataques sin precedentes que han sido atribuidos a Israel.

El jefe de Hizbolá dice que el grupo ha formado varios comités de investigación que examinan varios escenarios. Dice que se establecerán todos los detalles, sin sacar conclusiones apresuradas.

Golpe a la seguridad

Nasrallah ha admitido que los ataques «sin precedentes» fueron un gran golpe para la seguridad.

Haciendo autocrítica, el líder de la milicia afirma que es consciente de que Israel tiene una ventaja tecnológica, «ya que cuenta con el respaldo de Estados Unidos y otras superpotencias tecnológicas»

«No podemos dejarnos doblegar por este golpe, por grande o fuerte que sea. Y puedo asegurarles fielmente y con confianza que este golpe duro y sin precedentes no nos ha puesto de rodillas, y no lo hará», añade.

El sonido de aviones de combate volando bajo se están escuchando en Líbano durante la transmisión del discurso del jefe de la guerrilla de Hizbolá, según informaron varios testigos y recogió la agencia AFP. Dos aviones han roto la barrera del sonido sobre Beirut durante el discurso.

Minutos antes de que Nasrallah iniciase su esperado discurso, tras la explosión masiva de miles de buscas y 'walkie-talkies', el Ejército israelí ha emitido un comunicado en el que asegura que está atacando a Hizbolá en Líbano, sin ofrecer más detalles sobre sus objetivos.

El martes, miles de buscapersonas utilizados por la milicia libanesa explotaron simultáneamente, matando a 12 personas, incluidos dos niños, y hiriendo a otras 2.800 en todo el Líbano. Un día después, 25 personas murieron y más de 450 resultaron heridas cuando explotaron 'walkie-talkies' en supermercados, en las calles y en funerales, lo que avivó los temores de que una guerra en toda regla entre Hizbolá, que cuenta con el apoyo de Irán, e Israel pudiera ser inminente.

Las explosiones de los artefactos parecieron ser la culminación de una operación israelí que duró meses para atacar a la mayor cantidad posible de miembros de Hizbolá a la vez. Israel no ha hecho comentarios sobre el ataque. Sin embargo, antes de la primera ola de explosiones, anunció que estaba ampliando los objetivos de su guerra contra el grupo militante palestino Hamás para incluir la protección del frente norte con el Líbano.

Desde el inicio de la guerra con Hamás el 7 de octubre, más de 500 personas han muerto en Líbano a causa de los ataques israelíes, la mayoría de ellas combatientes de Hizbolá y otros grupos armados, pero también más de 100 civiles. En el norte de Israel, al menos 23 soldados y 26 civiles han muerto a causa de los ataques del Líbano.

Unos 60.000 israelíes fueron evacuados de sus hogares a lo largo de la disputada frontera con el Líbano y no han podido regresar por temor a ser blanco de Hizbolá.