El PP enfrenta los «constantes agravios» del Gobierno de Sánchez con Córdoba con el desbloqueo de proyectos de la Junta
La senadora Cristina Casanueva enumera hasta 14 actuaciones del Ejecutivo central que están bloqueadas o con ligeros avances
El Aeropuerto de Córdoba ha despegado con los vuelos nacionales a Mallorca, Barcelona o Canarias y comienzan a pedir pista los destinos europeos como París o Roma pero la barrera está puesta en el espacio Shengen, es decir, un listado de países -la mayoría europeos- donde los ciudadanos pueden moverse libremente sin controles fronterizos internos.
Aena solicitó a mediados de febrero al Ministerio del Interior la declaración de la terminal cordobesa como «aeropuerto frontera exterior Schengen». En la petición cursada por parte de Aena, se incorporó toda la documentación necesaria: desde un informe justificativo que avala la necesidad de establecer el control de pasaportes, hasta los antecedentes de vuelos internacionales no Schengen (puntuales, no rutas regulares) que habían solicitado operar en el aeropuerto, planos del aeropuerto, propuesta de ubicación del control de pasaportes en el edificio terminal e incluso un dossier de prensa para que se tuviera constancia de la demanda que existía entre la opinión pública.
Pese a que, hasta el momento, no ha llegado ninguna solicitud de ninguna compañía aérea para operar una ruta regular internacional (ni Schengen, ni no-Schengen) en el Aeropuerto de Córdoba, Aena sí trasladó su interés y el de otras instituciones por darle el impulso necesario al control de pasaportes. En este punto, cinco meses después de la petición argumentada por Aena, aunque la última palabra para ordenar la instalación de este control de pasaportes en la terminal cordobesa la tiene el Ministerio del Interior, en todo este proceso sin respuesta también han intervenido los ministerios de Hacienda y Transportes.
El Gobierno además tendrá en su caso una vez le de luz verde a este control de seguridad adicional que decidir qué tipo de servicio se implanta en coordinación con la Policía Nacional y según la demanda que haya en cada aeropuerto, si optan por implantar el servicio manual o el automatizado que se ha probado por primera vez como proyecto piloto el pasado mes de marzo en el aeropuerto Severiano Ballesteros de Santander.
En cualquier caso, si el Ministerio se inclina por uno u otro modelo, el servicio automatizado convive en los aeropuertos con el servicio manual (uno no supone la eliminación del otro). Este sistema de control aprobado e instalado por el Ministerio es un punto de seguridad en el tránsito de viajeros que gestionaría la Policía Nacional (con competencias en materia de fronteras). El Ministerio no ha informado de plazos ni de planificación al respecto a ABC tras ponerse en contacto.
Lo que está claro es que el Gobierno de España se prepara para implementar en octubre de 2025 el Sistema Europeo de Entradas y Salidas (EES), que sustituirá los sellos manuales por registros electrónicos biométricos en todos los aeropuertos. Este registro automático será obligatorio para viajeros extracomunitarios y la implantación durará unos seis meses, con cobertura progresiva.
La falta de este control de pasaporte supone un freno para su crecimiento que viene siendo exponencial en el último año. De hecho, el aeródromo cordobés ha alcanzado en el primer semestre de este año la cifra de pasajeros que acumuló durante todo el año 2024. Según las cifras que hizo públicas este pasado mes Aena, la terminal cordobesa recibió a 8.021 pasajeros de enero a junio de este ejercicio, a apenas 453 de los 8.474 que acogió durante los doce meses de 2024.
Hay que recordar que el espacio Schengen es una zona de libre circulación de personas, que abarca la mayoría de los países de la Unión Europea, así como algunos países asociados. Dentro de este espacio, los ciudadanos pueden moverse libremente sin controles fronterizos internos, como si se tratara de un único territorio.
El espacio Schengen está formado por 29 países: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Dinamarca, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, República Eslovaca, Rumanía, Suecia y Suiza. Para el resto de los países, sería necesario disponer de un control de pasaportes, que siempre gestionaría la Policía Nacional (que tiene las competencias en materia de fronteras).
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