Vagit Alekperov, el rey del petróleo ruso, se hace todavía más rico en la sombra
Rusia produce tanques que no regresan del frente, y mientras tanto los magnates rusos ganan cifras récord en medio del auge de la industria ligada a la guerra. Las compañías rusas, tras el bache experimentado al inicio de la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, han reanudado o incluso aumentado el reparto de ganancias entre los accionistas. Muchos empresarios prefieren retirar su dinero lo antes posible, antes de que suban los impuestos en Rusia. Encabezando la lista de los que hacen caja está Vagit Alekperov, el accionista mayoritario del gigante petrolero ruso Lukoil.
Alekperov está bajo sanciones del Reino Unido y Australia, pero hasta ahora ha evitado castigos de EE.UU y la UE, en parte porque dimitió a tiempo del cargo de presidente de Lukoil, justo al empezar la invasión, para esquivar estos vetos.
Puede decirse que Alekperov lleva el petróleo en la sangre: fue el quinto hijo de un trabajador del sector petrolero soviético. Su padre murió cuando el pequeño Alekperov tenía sólo seis años, pero dejó una fuerte impronta en él. Según ha contado alguna vez Alekperov, al terminar la escuela ya sabía que su vocación era convertirse en trabajador del sector petrolero.
A partir de 1972, Alekperov trabajó como operador de producción de petróleo y gas. Su ascenso fue lento pero imparable, a pesar de algunos conflictos con el Partido Comunista por negarse a alojar a sus trabajadores en barracones.
En 1990, sin haber cumplido los cuarenta años, Alekperov se convirtió en el viceministro más joven de la URSS. Eran los años de la apertura a Occidente, y el futuro magnate aprovechó un viaje de trabajo a la sede de British Petroleum en Reino Unido para asomarse al futuro. A su regreso propuso crear una compañía petrolera que agrupase todas las fases del negocio, desde la extracción hasta la venta. Y entonces surgió la palabra mágica de principios de la 'era Yeltsin': privatización. Así nació Lukoil, que quedó en sus manos durante décadas. 'The New York Times' escribió sobre el triunfo del "magnate silencioso".
Amigos y colegas en el trabajo lo llaman 'Alek'. En 2019, según el ranking de Forbes, Alekperov ocupó el tercer lugar de los más ricos en Rusia con una fortuna de 20.700 millones de dólares. En abril de 2022, con la invasión a gran escala de Ucrania en marcha, el Reino Unido le impuso sanciones y él dimitió como presidente de Lukoil. renunciando a la junta directiva para sorpresa de muchos. Sus camaradas del consejo de administración han tenido suertes muy diversas. Leonid Fedun, el segundo mayor accionista de la empresa dejó el cargo de vicepresidente de Lukoil alegando que quería jubilarse, y vive alejado del problema de la guerra con su familia en Mónaco. Pero otro fundador de la compañía, Ravil Maganov, murió en septiembre de 2022, tras caer desde una ventana del sexto piso.
Al menos una docena de empresarios rusos ganaron más de 10.300 millones de euros en 2023 y en el primer trimestre de 2024, calculó Bloomberg. Muchos de ellos tienen estrechos vínculos con Putin y han sido sometidos a sanciones debido a la guerra. Durante estos días se distribuyen entre los accionistas los beneficios del último año. Muchos empresarios prefieren retirar su dinero lo antes posible, porque las empresas pronto pagarán más impuestos por culpa de la guerra. En casa de los Alekperov la 'dinastía del crudo' está a salvo. El único hijo, Yusuf, licenciado en la Universidad Estatal Rusa de Petróleo y Gas, sigue con la saga familiar.