El Córdoba CF prende la llama de la ilusión con más fuerza todavía (2-1)>
El partido comenzó mucho antes del pitido inicia. El recibimiento al equipo en la Puerta 0 de El Arcángel fue masivo. Miles de cordobesistas se agolparon en el feudo blanquiverde para arropar a los suyos a su llegada al templo. Ya dentro, se pudo respirar pasión desde la previa del encuentro. El himno sonó con más fuerza que nunca y el mosaico desplegado por la afición, con el mensaje 'Estamos volviendo' puso la guinda de un encuentro especial. El Córdoba seguirá luchando dos semanas más por volver a la deseada categoría de plata.
Iván Ania no modificó ni un ápice su once del partido de ida. Matías Barboza repitió en el eje de la zaga junto a Lapeña a pesar de la recuperación de Martínez. Por su parte, Casas fue el referente ofensivo del equipo. El Pichichi demostró ser clave para el equipo cuando adelantó a los suyos a los cinco minutos. Una gran jugada del equipo de Ania. Recuperó Carracedo, que abrió a la derecha para Kuki. El hispano-uruguayo sacó de la manga un pase por alto para Casas que controló a la perfección y remató ante el portero para adelantar a los suyos (1-0, min. 5).
Animaba el estadio cada duelo ganado por el Córdoba. El ambiente era de Primera División en El Arcángel. Por parte de la Ponferradina, probó suerte Yeray con un disparo que detuvo Carlos Marín. También lo intentó Kuki con un centro por banda que cabecea con dificultad Antonio Casas para mandar el balón fuera. El dominio blanquiverde en el primer tramo era claro. Hasta Adilson se animó con un desmarque, pero la acción quedó invalidada por fuera de juego. La Ponferradina dio un paso al frente para intentar llevarse la eliminatoria, pero sin mucho acierto de cara a puerta.
El Córdoba rozó el segundo gol con la yema de los dedos. Un disparo de Antonio Casas con dirección a la portería, que tocó Kuki Zalazar para mandar el balón al fondo de la red. Sin embargo, el mediapunta estaba en posición antirreglamentaria y la acción quedó invalidada. Siguió insistiendo el Córdoba que buscó el segundo. Múltiples llegadas por parte del equipo de Ania, que bajó el nivel en el último tramo y sufrió (aunque no mucho) con los saques de esquina de la Ponferradina. Llegó el descanso y el Córdoba seguía por delante en el partido, y en la eliminatoria.
No comenzó con mucha intensidad la segunda mitad. Un disparo de falta de Kuki Zalazar, que se estrelló en la barrera. La primera amarilla tardó en llegar, pero se la llevó Adri Lapeña. A falta de media hora, el Córdoba se vio sorprendido por el gol de la Ponferradina. A regañadientes, entró el disparo de Borja Valle, ayudado también por el mal despeje de Adilson (1-1, min. 62). El Arcángel animó a los suyos a pesar del empate de la Ponferradina. El resultado le valía al Córdoba. La intensidad creció y la Ponferradina apretó para meterse más en el partido y forzar la prórroga.
Sufrimiento inesperado
El Córdoba necesitaba aire fresco y empezó a hacer los cambios. Se retiraron Antonio Casas y Kuki Zalazar (muy activos en la primera mitad del partido) para que entrasen Kike Márquez y Alberto Toril. El Córdoba sufrió tras un arreón de la Ponferradina que necesitaba solo un gol. El cuadro blanquiverde intentaba generar peligro por banda. Adilson pudo finalizar una jugada, pero mandó el balón alto. También lo intentó Carracedo con un centro, pero no había nadie al remate. A la contra también probó suerte el equipo de Ania, pero desaprovechó la ventaja.
El cuadro local quería dormir el encuentro y dar frescura con los cambios. Iván Ania renovó a sus extremos retirando a Carracedo y Adilson para que entrasen Simo y Leiva, dos jugadores clave en la recta final del partido. El Córdoba resistió el arreón visitante y llegó a un tiempo de descuento frenético. El colegiado añadió siete minutos, interminables para algunos, en los que pasó de todo.
Primero, Simo provocó un penalti que transformó a la perfección Kike Márquez para sentenciar el encuentro y desatar la locura en El Arcángel (2-1, min. 91). Sin embargo, el partido no moriría ahí. La intensidad creció hasta formar una tangana en la que Álvaro Leiva vio la tarjeta roja por un manotazo a un rival. El joven jugador se perderá el partido de ida ante el Barcelona B de la próxima semana. El pitido final llegó con el alivio de la afición blanquiverde, que no esperaba sufrir tanto tras una primera mitad relativamente plácida.