Los israelíes acusan a los islamistas de violar el acuerdo porque no entregaron todos los cuerpos el lunes y adoptaron medidas de castigo como posponer la reapertura del paso de Rafah o reducir la entrada de ayuda humanitaria. Hamás ha entregado diez cuerpos hasta el momento en tres entregas diferentes y al menos uno de ellos no pertenece a un rehén, se trata del cuerpo de un palestino de Cisjordania usado como escudo humano por las tropas en los túneles, según informó Al Jazeera. Los islamistas informaron además que han entregado ya todos los que tenían localizados y en su poder y reclamaron equipamiento especial para encontrar y rescatar los que faltan. Faltan 18 cuerpos y los israelíes desconfían de la palabra del enemigo.
Israel sabía que recuperar todos los cuerpos sería muy difícil, que podría llevar semanas e incluso meses llegar a ellos. Esto se debe a que el ejército ha arrasado partes enteras de Gaza y sigue ocupando el 50 por ciento de la Franja, a donde los milicianos no tienen acceso. «Rescatar a los rehenes, vivos y muertos, es una gran mitzvá, un deber judío, moral y nacional de primer orden», recordaron a las autoridades varios rabinos en una declaración conjunta. Como ocurre en el Islam, la ley judía ordena que un cuerpo sea enterrado los antes posible, normalmente dentro de 24 horas, y recuperar los restos mortales es considerado un «deber sagrado».
Israel cuenta incluso con una organización llamada Zaka, cuya labor consiste en «recolectar todos los restos de los muertos, incluyendo su sangre, para que puedan ser enterrados conforme a la ley religiosa judía». Esta es la organización que se encarga de actuar después de los atentados en suelo israelí y su papel fue importante tras el ataque de Hamás del 7 de octubre. Sus miembros son casi todos judíos ultraortodoxos y todos voluntarios. Zaka no trabaja dentro de Gaza para recuperar los cuerpos, pero Israel presiona para formar un equipo junto a Catar, Turquía, Estados Unidos y la Cruz Roja Internacional para intentar acelerar la búsqueda, siempre con la colaboración de Hamás.
Enterrados en cementerios
Los secuestrados por Hamás estaban en manos de la 'Unidad de la Sombra', ellos son los encargados de velar por los rehenes vivos y conservar los restos de los fallecidos, un arma de guerra para futuros intercambios que se guarda bajo secreto. Fuentes consultadas en Gaza señalan a cementerios y túneles como lugares para enterrar a los rehenes fallecidos. «Ha habido casos en los que los entierran en cementerios, en medio de las demás de tumbas y, como los israelíes han borrado de la tierra hasta los cementerios, no hay forma de dar con ellos. Los mapas que tenían con la localización de los cuerpos no sirven porque todo ha desaparecido. A esto hay que sumar que, si Israel ha matado a los responsables de esos enterramientos, es más difícil todavía», apunta un periodista palestino que cubre desde hace años el día a día de los islamistas en la Franja.
Algunos rehenes murieron junto a sus captores en túneles debido a los bombardeos, lo que complica la localización, pero «al ser posiciones de Hamás podrían recuperarse, el problema está en las zonas borradas del mapa y en que, en el caos generado el 7 de octubre en toda la zona fronteriza, otras facciones palestinas también se hicieron con cuerpos y los metieron en Gaza sin informar a Hamás», apuntan las mismas fuentes.
Guerra de cuerpos
Mientras Israel espera a los suyos para enterrarlos, el ministerio de Salud de Gaza informó haber recibido 90 cadáveres palestinos en las últimas 48 horas, un intercambio recogido también en acuerdo. No se aclaró si los fallecidos murieron bajo custodia israelí o si fueron sacados de Gaza por tropas israelíes mientras buscaban rehenes. Fuentes médicas palestinas denunciaron que algunos de los cuerpos estaban con los ojos vendados y esposados, con indicios de que varias personas podrían haber sido sometidas a «ejecuciones». Además, encontraron huellas de tanques en algunos cuerpos, lo que sugiere que podrían haber sido atropellados por vehículos israelíes.
El último balance de la organización The Palestinian National Campaign for the Retrieval of Martyrs' Bodies and the Disclosure of the Fate of the Missing señala que Israel retiene los cuerpos de 735 palestinos, incluidos 67 niños. Los israelíes mantienen una guerra de cuerpos tanto con Hamás como con Hizbolá y en los últimos años se han producido varios intercambios. Retener los cuerpos «viola las leyes del derecho humanitario internacional. De acuerdo con la Convención de Ginebra y el protocolo adicional I, Israel tiene la obligación de devolver los restos del muerto. Esto incluye recoger, evacuar y enterrar el cadáver. Además, bajo la ley humanitaria internacional las partes de un conflicto armado deben respetar la muerte y las condiciones en las que se celebran aquí los funerales obstruyen cualquier posibilidad de realizar investigaciones sobre las circunstancias del deceso», señala la organización Al Haq, dedicada desde 1979 a promover y proteger los derechos humanos y la aplicación de la ley en los Territorios Ocupados.
Además de milicianos, para los israelíes es una práctica habitual la retención de los cuerpos de palestinos que cometen ataques con cuchillos o atropellos múltiples. Las autoridades justifican la retención, congelación de los cuerpos y la obligación de los entierros exprés para evitar que cada funeral se convierta en «una exaltación del terrorismo». Es también un castigo colectivo para las familias musulmanas que, como las judías, también deben enterrar a sus muertos en las primeras 24 horas.