País Vasco y Galicia, entre las comunidades con menor tasa de abandono en grados de FP

A nivel territorial, el informa refleja que aquellas comunidades autónomas que abordan mejor la atención al estudiante desde etapas tempranas consiguen una reducción del abandono que se refleja en los niveles posteriores, como es el caso de País Vasco y Galicia.

Las dos autonomías registran mejores niveles de abandono en Grado Básico (30,1% en el País Vasco y 32,4% en Galicia), pero también en Grado Medio (22,8% en el País Vasco y 26,5% en Galicia) y Grado Superior (14,9% en el País Vasco y 16,5% en Galicia). Navarra y Extremadura también aparecen con buenos datos en Grado Medio (21% y 22,1% respectivamente) y Superior (13% y 15,7%).

Esa tendencia mejora además con el tiempo como muestran los datos recogidos a estudiantes matriculados en dos cursos consecutivos (2016-2017 y 2017-2018). Sin embargo, aquellas regiones donde el sistema educativo actúa tarde en frenar al abandono educativo temprano, difícilmente se encuentran una mejora de la tendencia.

La investigación refleja que la edad de ingreso «está directamente conectada con el abandono, lo que se traduce en que aquellos alumnos que se matriculan en el momento que teóricamente les corresponde por edad tienen mayores tasas de titulación«.

A medida que la edad aumenta, el fracaso crece con la excepción de aquellos que se matriculan en Grado Medio a partir de los 29 años consiguen los segundos mejores datos de titulación.

Abandono en familias profesionales mas feminizadas y masculinizadas

Asimismo, señala que el grado de masculinización y feminización de las distintas familias profesionales condiciona también los grados de abandono. En la distribución total de nuevos matriculados se observa una predominancia de los hombres en los tres niveles formativos.

Las familias profesionales feminizadas, con un porcentaje de mujeres superior al 70% como Servicios socioculturales y a la comunidad, e Imagen personal, registran un mayor abandono de los hombres que la media en comparación con las mujeres.

Las familias profesionales con mayor grado de masculinización, tiene un fuerte nivel de abandono en mujeres, superior a los hombres, como en Electricidad y Electrónica, Informática y Comunicaciones, e Instalación y mantenimiento. Este se convierte en un elemento adicional a la hora de prolongar el problema de la brecha de género en profesiones tecnológicas.

En cuanto al alumnado extranjero, los datos muestran que aquellas familias profesionales con mayor tasa de titulación de alumnado extranjero coinciden con aquellas que también registran más titulación en el alumnado español, como Actividades Físicas y Deportivas, Imagen y Sonido o Sanidad. Sin embargo, se reflejan mayores niveles de abandono en el alumnado extranjero en comparación al alumnado español.

Entre las causas que provocan el abandono educativo temprano en FP los investigadores resaltan la vulnerabilidad socioeconómica, personal y educativa. La falta de apoyo familiar, salud emocional o problemas de comportamiento representan una influencia directa.

El entorno académico determina muchos de los obstáculos a los que se enfrenta el alumnado. Muchos estudiantes no pueden cursar la formación elegida como primera opción por falta de oferta o porque no les alcanza la nota exigida; los equipos docentes delegan la formación de Grado Básico para los últimos en llegar al centro educativo, provocando que no les atienda quien más experiencia tiene; y los procesos de orientación muchas veces vienen marcados por una falta de medios que impide una buena derivación de estudiantes con historias de dificultad anterior.

Los investigadores puntualizan que a todos ellos hay que añadir los que vienen del mercado laboral, ya que se observa un menor abandono en contextos con sectores más industrializados, donde el porcentaje de ocupación es elevado y hay una mayor exigencia de cualificación por parte del mercado.

En cambio, en los ciclos relacionados con el sector servicios hay mayor abandono debido en parte a que muchas de las empresas que se mueven en este sector apenas exigen titulación para desempeñar ciertos puestos.

Reducción de la tasa de abandono

«La reducción del abandono educativo se plantea como uno de los grandes retos sociales con el fin de contribuir a capacitar profesionalmente a nuevos trabajadores que respondan a las demandas del mercado laboral», subraya la investigación.

La subdirectora del Laboratorio de Investigación e Innovación en FP de la UIB y una de las autoras del estudio, Elena Quintana, señala que «la intervención educativa y social ha de ser a partir de las primeras etapas de la ESO para evitar itinerarios educativo erráticos, que es uno de los máximos condicionantes del abandono».

«Junto a la falta de orientación académica profesional y la atención a la diversidad del alumnado han de ser tenidos en cuenta han de ser tenidos en cuenta para afrontar este reto», añade.

El estudio señala una serie de recomendaciones basadas en el análisis llevado a cabo por el grupo de trabajo con el que han colaborado para la elaboración del estudio. Una serie de ellas demandan un trabajo conjunto de toda la sociedad para poder reducir esas tasas, a través de una mayor coordinación de centros educativos, y de trabajo para facilitar la transición de estudiantes hacia la FP, así como una mayor cooperación con los servicios sociales y comunitarios para abordar de manera integral los factores externos que pueden influir en el rendimiento del estudiante.

La coordinación multilateral también ayudaría a la hora de facilitar información real al estudiante sobre los distintos perfiles ocupacionales de cada especialidad formativa, las competencias necesarias para su realización y los posibles itinerarios de continuación dentro del sistema, concluye.

Los expertos afirman que una mayor cantidad de recursos para una orientación integral podría facilitar una educación personalizada que permitiera incluir programas de apoyo educativo y emocional en la FP. Además, la inclusión de cursos de transición para aquellos que van a integrarse en el sistema y que pudieran trabajar todas las competencias que se le demandarán.

El informe sugiere también una reducción de las ratios a un máximo de 18 alumnos por clase, o un apoyo mayor a través de becas o medios para que los alumnos puedan transportarse hacia los centros de estudio o trabajo. Apunta que el papel de la empresa será clave a la hora de asumir una mayor responsabilidad en las contrataciones adecuando los salarios a las competencias demandadas por cada puesto, y exigiendo una titulación acorde para ejercerlo.