Irán libera al español Sánchez Cogedor tras casi 15 meses en prisión
El régimen iraní ha puesto en libertad al ciudadano español Santiago Sánchez Cogedor, de 42 años, tras permanecer casi 15 meses en prisión. La noticia la ha dado la Embajada iraní en Madrid a través de un mensaje en la red social X, antigua Twitter, en el que “se complace en informar la liberación de Santiago Sánchez Cogedor, el único ciudadano español preso en Irán. Su liberación se realiza en el marco de relaciones amistosas e históricas entre los dos países y en cumplimiento de leyes”, agrega la nota. El Ministerio español de Asuntos no ha querido confirmar ni desmentir la noticia, a la espera de que la Embajada española en Teherán tenga constancia de la liberación, pero otras fuentes diplomáticas dan plena veracidad a la información y admiten que se esperaba que la liberación se produjera de un momento a otro.
Santiago Cogedor fue detenido el 2 de octubre del año pasado tras visitar en Saqqez, en el Kurdistán iraní, la tumba de Mahsa Amini, la joven que murió mientras se encontraba bajo custodia policial por llevar mal puesto el velo, lo que desató una oleada de manifestaciones que fueron violentamente reprimidas con un saldo de al menor 500 muertos y 17 condenados a muerte. Por participar en una de dichas manifestaciones fue también detenida la activista gallega Ana Baneira Suárez, pero esta fue puesta en libertad en febrero pasado, mientras que Cogedor continuó entre rejas.
El aventurero madrileño, que se dirigía a pie a Qatar para asistir al mundial de fútbol, fue acusado pro el régimen iraní de espionaje, aunque nunca se llegaron a presentar cargos contra él. Durante este año largo que ha pasado preso el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares ha mantenido varias conversaciones con las autoridades iraníes en las que ha insistido en que la detención de Cogedor carecía de cualquier justificación, por lo que debía ser puesto inmediatamente en libertad. Su caso era similar al de una decena de europeos a los que Teherán mantenía presos sin someterlos a juicio, en lo que fuentes diplomáticas consideran una forma de presión para forzar a la Unión Europea a que suavice las sanciones impuestas al régimen islámico.