Borja Villacís, el guardián de las maletas de la coca

Borja Villacís, asesinado a tiros este pasado martes, fue detenido por la Guardia Civil el 30 de julio de 2021 en el marco de una operación contra el tráfico de cocaína a gran escala. Hermano de Begoña Villacís, ex vicealcaldesa de Madrid por Cs, Borja Villacís fue acusado de los delitos de narcotráfico (contra la salud pública) y de pertenencia a organización criminal. La causa se dirige en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, cuyo titular es el magistrado Santiago Pedraz.

Según la documentación a la que EL MUNDO ha tenido acceso en exclusiva, la función principal de Borja Villacís dentro de la banda de narcos era la de custodiar la mercancía que los traficantes escondían en una vivienda alquilada en Las Rozas (Madrid). En concreto, los investigadores lo señalan como el «guardés» las 24 horas del día del inmueble en el que se almacenaba la droga.

En su informe, añaden que el ahora finado cumplía las funciones de «carga y descarga» de la cocaína cuando los compradores acudían a recoger su pedido o cuando otros miembros de su organización se presentaban allí a llevarse parte de la mercancía para su posterior distribución, tanto en la capital de España como en distintos puntos de la geografía española.

Borja Villacís Sánchez nació el 1 de mayo de 1983. Cumplió 41 años el mes pasado. La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Madrid le acusó de formar parte de la organización de narcos liderada por Antonio Menéndez, apodado Niño Skin.

Menéndez fue líder de Ultras Sur, los aficionados radicales de ideología nazi del Real Madrid que fueron expulsados de las gradas del Santiago Bernabéu hace ya una década, bajo la presidencia de Florentino Pérez. Borja Villacís perteneció un tiempo a los grupos radicales de extrema derecha vinculados al club blanco. Más tarde se unió a una escisión de estos: los Outlaw.

La Guardia Civil señala en su atestado elevado al juzgado que «la participación de Borja Villacís resulta fundamental» en el funcionamiento de la organización liderada por Niño Skin, quien también aparece como investigado en la misma causa que instruye el juez Pedraz. La investigación certifica que el inmueble donde se guardaba la mercancía fue alquilado entre septiembre y octubre de 2020 a nombre del propio Borja Villacís.

En los últimos meses, Borja trataba de reconducir su vida, según sus allegados. Había aprobado las oposiciones para ser conductor de trenes y había adquirido junto a un amigo su propia licencia de VTC.

Por ese tiempo, Niño Skin confía en él, según la investigación, porque necesita a una persona que «no tenga antecedentes por tráfico de drogas u otros delitos análogos» para alquilar una vivienda «sin levantar sospechas» ante las fuerzas policiales y para «dar apariencia de normalidad en el vecindario». Borja Villacís arrendó la casa a través de Airbnb. La abandonó el 23 de octubre de 2020, tras algo más de mes y medio dentro.

PLAZA 12 DEL APARCAMIENTO

El atestado policial señala que el sospechoso «apenas» realiza salidas del inmueble durante ese tiempo, «y cuando las lleva a cabo es para despachar» la cocaína. En concreto, la carga y descarga de la droga se realiza en el aparcamiento del edificio en el que se encuentra el inmueble alquilado por esta banda de narcos. La droga salía o entraba en vehículos que estacionaban en la plaza número 12. Borja Villacís recepcionaba la mercancía o le daba salida ocultando la droga «en el interior de una o varias maletas». Los agentes que le seguían los pasos sospechan que en su interior llevaban grandes cantidades de cocaína, entre 30 y 40 kilos.

La investigación acredita, por ejemplo, que el 3 de octubre de 2020, un miembro de la organización de Niño Skin acude en una furgoneta Mercedes Citan de color blanco al garaje del inmueble alquilado por la banda. Allí le espera ya Borja Villacís, vestido con ropa deportiva. A ambos individuos se les ve moviendo al menos dos maletas cargadas, supuestamente, de fardos de cocaína. La Guardia Civil asegura que la mercancía se introdujo luego en la vivienda alquilada a nombre de Borja Villacís.

Presuntamente, la banda de Niño Skin aprovechó las restricciones de movilidad decretadas por la pandemia para tratar de hacerse con el control del mercado de la cocaína en Madrid. Para ello, se valió de sus contactos privilegiados con los cárteles colombianos, propietarios de la mercancía. Aparentó una actividad empresarial para poder almacenar la droga en distintas «guarderías» y distribuirla después.

La banda a la que pertenecía Borja Villacías no sólo vendía cocaína en la capital de España. También distribuyó su mercancía -parte de ella le llegaba por el puerto de Valencia- por Toledo, Salamanca, León, Valladolid, Asturias, Bilbao, Cantabria, Zaragoza o Burgos. La calidad de la droga que importaban tenía una pureza muy alta, del 96 %.

56 COCHES DE ALTA GAMA, un laboratorio clandestino...

La Guardia Civil llamó operación Águila-Frazen a su investigación. Se detuvo a 33 personas, entre ellas a Borja Villacís y a su jefe, Niño Skin. Los investigadores se incautaron de 239 kilos de cocaína, un kilo de hachís y 24 kilogramos de sustancias adulterantes. También lograron desmontar un laboratorio clandestino de adulteración de la droga ubicado en Getafe, población de la periferia sur de Madrid.

Al principal sospechoso de la muerte de Borja Villacís se le conoce como 'El Kevin'. En el momento de su detención, se encontraba en busca y captura por tráfico de drogas y otros delitos. Solía moverse con documentación falsa.

Para evitar robos y garantizar la seguridad de sus cabecillas, esta banda de narcos disponía de al menos dos pistolas, un revólver y una carabina del calibre 22. A los arrestados se les intervinieron 667.000 euros en efectivo y 56 coches de alta gama. También se les bloquearon 36 inmuebles con valor catastral de 11,5 millones de euros, entre otros bienes.

Este pasado miércoles, un operativo conjunto entre Policía Nacional y Guardia Civil sirvió para detener al presunto autor material del asesinato de Borja Villacís. Se llama Kevin Pastor, tiene 24 años. Se le arrestó en la localidad toledana de Yuncos. Se ocultaba en una casa okupa en la que residía otro varón, de origen magrebí, quien fue detenido. A este último se le investiga por su hipotética participaron en el homicidio.

Además de matar a tiros al hermano de la ex vicealcaldesa de Madrid, a Kevin Pastor se le acusa de herir de gravedad a un amigo de Borja que iba con él a bordo del coche que resultó tiroteado. Un día antes, el martes, se arrestó a la madre de Kevin. Conducía el vehículo desde el que se abrió fuego contra Villacís y su acompañante. Luego, ayudó a huir a su hijo, presuntamente.

La primera hipótesis que barajaron los agentes fue la del crimen por ajuste de cuentas, pero el entorno de Borja Villacís asegura que este sólo acudió para acompañar a su amigo Luis, que había quedado con Kevin para solucionar un tema de una denuncia que había entre ellos por daños en un vehículo, tal y como informó este periódico en su edición de este pasado miércoles. A tenor de esta tesis, se descartaría que Borja Villacís fuese el impulsor de este encuentro y que se tratase de un tema relacionado con el tráfico de drogas. Sin embargo, la investigación no descarta por el momento ninguna hipótesis.

UN ULTRA DEL ATLÉTICO DE MADRID, EL PRESUNTO AUTOR DEL HOMICIDIO

Al principal sospechoso de la muerte de Borja Villacís se le conoce como El Kevin. En el momento de su detención, se encontraba en busca y captura por tráfico de drogas y otros delitos. Solía moverse con documentación falsa.

En sus años de adolescencia fue miembro activo del grupo Skin Retiro, un colectivo neonazi que operaba en Madrid, Alcobendas y San Sebastián de los Reyes a finales de la década pasada. Al igual que otros neonazis, Kevin simultaneaba su militancia en grupos políticos con el hooliganismo en Suburbios Firm, una de las facciones más radicales de los ultras del Atlético de Madrid. Su víctima mortal también frecuentaba ambientes radicales de extrema derecha. Borja Villacís tenía numerosos antecedentes policiales y judiciales. El hermano de Begoña Villacís fue condenado a seis meses de cárcel por una agresión racista en el metro de Madrid, acompañado de otros ultras. Los hechos ocurrieron el 1 de enero de 2004, sobre las 12 de mediodía. El grupo de neonazis insultó, escupió y llegó a decirle a una joven negra «vuélvete a tu país».

Según el relato de hechos probados de la sentencia, dos testigos de la agresión salieron en defensa de la víctima. Pidieron a sus agresores que la dejaran en paz.

«Dicha actitud dio lugar a que de manera repentina, Borja y sus acompañantes se abalanzaran contra los dos [testigos], agrediéndolos». Después, señala el fallo, de 2012, Borja Villacís «golpeó con un vaso de cristal roto en la cabeza a uno de los denunciantes y le dio un fuerte empujón al otro, que le hizo caer al suelo, sufriendo una lesión en el hombro». Se le impuso una condena de seis meses de cárcel, aunque no llegó a entrar en prisión, y el pago de una indemnización de 9.402 euros.

En los últimos meses, Borja trataba de reconducir su vida, según sus allegados. Había aprobado las oposiciones para ser conductor de trenes y había adquirido junto a un amigo su propia licencia de VTC. Este pasado miércoles, al día siguiente del asesinato de su hermano, Begoña Villacís dejaba este mensaje en su perfil de X: «Gracias de corazón por tanto cariño. Mi familia está rota, hemos decidido vivir estos momentos en recogimiento e intimidad».