Peskov ha insistido además en que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, no sería el interlocutor. Según el portavoz del Kremlin, «Putin ha expresado reiteradamente su disposición a entablar conversaciones con Ucrania pero, para ello, Kiev debe eliminar antes los obstáculos jurídicos existentes». Alude así al hecho de que, según Moscú, Zelenski no es legítimo por no haber convocado elecciones y, por tanto, no puede ahora derogar el decreto que promulgó prohibiendo iniciar negociaciones con Rusia». Este planteamiento lo ha esgrimido Putin varias veces e incluso ha llegado a proponer que la ONU tome el control de Ucrania para organizar unas elecciones con la esperanza de poder desplazar a Zelenski del poder.
Lo que sí propone el máximo dirigente ruso es «estudiar» la propuesta de Kiev de cesar por ambas parte los ataques contra infraestructuras civiles. A juicio de Putin, la cuestión es complicada, ya que a veces es difícil definir si encierran o no carácter militar. Pero en esto tampoco se han establecido plazos. Durante el pasado fin de semana, Putin declaró una tregua total de 30 horas que expiró el domingo a las doce de la noche y que ambas partes se acusaron de incumplir.
En cualquier caso, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha mostrado optimista y cree que «esta misma semana Rusia y Ucrania podrían llegar a un acuerdo». Peskov ha aclarado este martes que, por ahora, no hay prevista ninguna nueva visita de emisarios estadounidenses a Moscú ni ningún otro encuentro o llamada telefónica para implementar los deseos de paz de Trump.