El dominicano Luiyi de Lucas, olímpico con el corazón partido: un alcalaíno contra España

De padre español y madre dominicana, De Lucas es uno de los deportistas presentes en los Juegos Olímpicos que durante la competición defienden con orgullo a su nación pero que también tienen que enfrentarse a 'su otro país'. «Enfrentarme a España supone una gran motivación extra ya que yo me he criado en Alcalá de Henarés (Madrid) desde que tenía 3 años, estoy muy contento de poder jugar contra el combinado español. Son dos países que llevo en el corazón», explica a ABC.

Formado en la cantera del CD Avance, el veterano defensa (29 años) fue consumiendo etapas en conjuntos como el Torrejón CF, el CD Guadalajara, el Alameda de Osuna EF, el CD Azuqueca o el CD Marchamalo hasta que en 2018 dio el salto a la primera división dominicana para enrolarse en el Club Barcelona Atlético. primero, y el Cibao FC, después. «Llegar a estar en unos Juegos era algo inimaginable para mi», reconoce Luiyi de Lucas. «Uno siempre se imagina que va a jugar un Mundial, que va a participar en una Champions, pero nunca se me pasó por la cabeza poder estar en unos Juegos. Con casi 30 años me ha llegado la oportunidad de poder representar a la república Dominicana en una cita olímpica y para mi supone un gran orgullo. Estoy soñando despierto».

Un trotamundos del balón

 

De Lucas regresó a España en enero de 2020 de la mano de un antiguo compañero de vestuario que colgó muy joven las botas para dedicarse al mundo de la representación. «Los dos nacimos en 1994 y coincidimos en el juvenil de la RSD Alcalá. Con el paso de los años, él siguió su carrera como futbolista y yo como agente», recuerda Toñín Fernández, de Transfer Football Management. El defensa hispano-dominicano es el ejemplo de lo que supone ser un trotamundos del fútbol, deporte en el que ahora disfruta de una experiencia única. «Estar en París, en unos Juegos, el poder jugar contra España es algo increíble, pero para mi también supone una gran responsabilidad porque es la primera que vez que la República Dominicana disputa unos Juegos Olímpicos. Mis compañeros y yo queremos demostrar que en el país se están haciendo las cosas bien y que se está empezando a crear una cultura del fútbol. Por eso queremos dejar huella en estos Juegos», asegura el internacional.

El Izarra, en la ya desaparecida Segunda B, fue su último equipo en España antes de volver a hacer las maletas para incorporarse al FC Haka de la Primera División de Finlandia, en el que estuvo dos años y medio. El Livingston, de la máxima categoría de Escocia, y el AEL Limassol, de la Primera División de Chipre, su actual equipo, han sido las otras estaciones de un jugador que ahora disfruta de uno de los momentos más ilusionantes de su carrera. Un futbolista modesto que jamás imaginó estar en una cita olímpica y menos aún tener que enfrentarse con la República Dominicana a su otro país: España. Un duelo con el corazón partido.