Galicia proyecta 200 nuevas empresas y 5.000 empleos por el rearme europeo
A la falta de concreción sobre como se emplearán estas líneas de financiación habilitadas de forma exprés por la Unión Europea en España, se suman las dificultades del Gobierno para acordar el aumento del gasto destinado a Defensa al que Pedro Sánchez se comprometió, sin presupuestos ni apoyos parlamentarios para aumentar del 1,3 al 2% el porcentaje del PIB dedicado a esta partida.
Impacto en la Comunidad
Paralelamente a los tiempos de la política, los agentes económicos ya mueven ficha para anticiparse a las oportunidades que supondrá el aumento del gasto público y la financiación disponible. Un impacto que podría traducirse en la incorporación de 200 nuevas empresas gallegas al proceso industrial militar y la creación de 5.000 puestos de trabajo en la próxima década «si se hacen las inversiones adecuadas», indica Roberto Mallón, secretario general de la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías asociadas (Asime).
Desde la asociación, de la que forman parte la mayoría de empresas gallegas dedicadas a la defensa, señalan que llevan tiempo trabajando para poner en contacto a las empresas tractoras en el ámbito militar con otras compañías dedicadas a actividades auxiliares que pueden incorporarse al ciclo productivo de la fabricación de vehículos, aeronaves o navíos militares. Responden así al interés por fortalecer una industria ante el aumento del gasto y la inversión que se traduce a través de programas, como las fragatas F110 que se están construyendo actualmente en los astilleros de Navantia, con sede en Ferrol.
«Hablamos de proyectos y productos, como vehículos blindados, hablamos también del mar, de las fragatas F110 especialmente de Navantia y también otras embarcaciones de menor porte para salvamento y guardacostas; y hablamos también del sector espacial europeo del FCAS (Futuro Sistema Aéreo de Combate), además de los drones, ya que los vehículos no tripulados en materia de seguridad y defensa hoy en día están en un momento de crecimiento enorme a nivel mundial», especifica Mallón.
Una labor en la que Asime también informa a las empresas interesadas sobre certificaciones, cómo participar en licitaciones o las condiciones que ello implica. El principal inconveniente, apunta el secretario general, no es otro que captar el empleo necesario para esta reactivación, ante los manifiestos problemas para captar trabajadores en otros sectores productivos como la construcción o la hostelería.
Concretamente, Mallón señala que en el sector de los metales y las tecnologías auxiliares se encuentran al 95% de capacidad productiva, por lo que la captación de talento será el principal reto para aprovechar lo que denomina como una «gran oportunidad» para Galicia.
Principales empresas
Aunque la mayoría de las compañías dedicadas a la industria militar se encuentran en la Comunidad de Madrid, Galicia cuenta con la sede de dos de las diez más relevantes del sector, como se muestra en el informe 'Spain. Defence & Security Industry', editado por el grupo Metalia.
Destaca el caso de Navantia, la segunda con más peso (el 10,6%) solo superada por Airbus, con su programa de fragatas F110 como punta de lanza. Según indican desde la empresa de titularidad pública, en esta incitativa participan «unas 500 empresas de toda España» y ofrece oportunidades de exportación, como muestran los encargos de fragatas basadas en este modelo para las marinas noruega y australiana, aunque «casi el 65% de los pedidos realizados son de suministradores españoles». «Los datos más recientes del Informe de Sostenibilidad de la compañía, indican que la actividad de Navantia, en 2023, aportó 486 millones de euros al Producto Interior Bruto de la provincia de La Coruña, un 15% del PIB industrial. En términos de empleo, supone un 14% del empleo industrial de la provincia» afirman desde Navantia.
Este aumento de la actividad industrial supone, además, una oportunidad para el municipio de Ferrol, sede de Navantia, y uno de los núcleos industriales más castigados tras la reconversión de los años 80. La actividad de esta empresa tractora implicará una «alta demanda de mano de obra especializada», por lo que Navantia ya trabaja con universidades y demás centros de formación para poder captar el talento necesario ante el despliegue de fondos militares.
La otra empresa tractora se encuentra a escasos kilómetros de la capital gallega, Urovesa, especializada en vehículos de aplicación militar que se sitúa en el puesto nueve y que superó los 100 millones de facturación en 2023 tras registrar 61 en 2021 y 93 en 2022.