Bruselas se abre a reforzar el control de las importaciones agrícolas para aplacar al campo

En líneas generales, la 'Visión' de la UE sobre agricultura propone aliviar las cargas burocráticas, revisar las políticas de importaciones para evitar la competencia desleal y una simplificación de la PAC. Este documento llega tras una ronda de reuniones con el sector y una semana después de que el organismo que preside Ursula von der Leyen se comprometiera a una flexibilización regulatoria muchas veces anunciada y que el campo -haciendo más ruido que ningún otro sector- lleva años reclamando.

La mayor novedad que contiene el texto es el anuncio de una mayor limitación en la importación de productos que no cumplan con unos estándares ambientales y sanitarios equivalentes a los que los agricultores de los Estados miembro están obligados a aplicar.

Es un documento escueto en detalles, una hoja de ruta para cambios legislativos que se empezarán a materializar hacia finales de año, pero en él la Comisión ya deja entrever alguna medida concreta, por ejemplo, que «no debería permitirse que los pesticidas más dañinos prohibidos en la UE por razones de salud y medioambientales entren en la UE a través de productos importados«, se lee en el texto.

En líneas generales, la Comisión dice tener el propósito de reforzar los estándares de calidad que se aplican a las importaciones para asegurar «una mayor coherencia»; precisamente, de eso se quejan los agricultores, de que a ellos se les exijan unas obligaciones de calidad que no aplican a los productos que entran desde países terceros.

Para saber en qué queda todo esto, como ya se ha avanzado, habrá que esperar. En el calendario que se ha fijado la Comisión el primer paso será la realización de un análisis de impacto para estudiar la necesidad de cambios en la legislación actual. Sin embargo, antes de que esto suceda y en previsión de que algún Estado tercero lleve a cabo alguna acción de represalia, la UE ha anunciado la creación de lo que ha llamado una 'Red de Seguridad' para enfrentar «el riesgo potencial de competencia desleal y acciones unilaterales ilegales contra el sector agrícola europeo». Todo, para proteger al sector de cualquier tipo de «coerción económica», se lee en el documento.

Como ya se ha avanzado, este anuncio llega justo cuando el campo amenaza con volver a paralizar las carreteras de todo el continente. Desde el arranque del año ya ha habido conatos de repetición de la 'revuelta agrícola', y en España, a finales de 2024 las tres principales organizaciones agrarias -Asaja, Coag y UPA- salieron a la calle en Madrid y agitaron ese fantasma. Burocracia, regulación, envejecimiento, injusta competencia de precios con la distribución... Son muchas las cosas de las que se quejan los agricultores, pero ahora el tema más candente es sin duda el Acuerdo de libre comercio UE-Mercosur, que si es ratificado por los Veintisiete -Francia lo pondrá difícil- levantará los aranceles con Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina (con cuotas máximas para productos sensibles).

Ninguno de los acuerdos que la UE ha suscrito con terceros países cambia las normas de importación, las mismas que, según denunciaron fuentes del sector a este diario, ya están permitiendo la entrada de productos que no cumplen los entandares europeos; sirva de ejemplo el uso abusivo de los antibióticos en terceros países, o los pesticidas. Por eso el anuncio realizado hoy por la Comisión está de actualidad.