

La inmigración es ya el primer problema para los españoles, según el CIS. Lo es por encima del paro, la crisis económica, los problemas políticos, las desigualdades e incluso la vivienda.
En solo tres meses, la llegada de personas de fuera ha pasado de ser la novena preocupación de los españoles en junio a ocupar la primera posición, con una diferencia de casi diez puntos porcentuales respecto a las siguientes cuestiones, política y desempleo, que tradicionalmente acaparaban este primer puesto.
En el último barómetro del verano, cuando Canarias ya alertaba de que sus centros de acogida estaban desbordados y aún se negociaba la reforma de la Ley de Extranjería, los españoles situaban la inmigración en tercer lugar entre los problemas del país -el 15,5% de los ciudadanos la incluía en su lista-. Ahora, dos meses después y con la incesante llegada de cayucos despertando todas las alertas, el 30,4% de los españoles apunta a la inmigración como una cuestión alarmante para España.
La inmigración ya alcanzó el primer puesto entre las preocupaciones de los españoles en 2006, durante lo que se conoció como "crisis de los cayucos". Según los últimos datos del Ministerio del Interior, hasta el 15 de septiembre de este año han alcanzado las islas 26.758 migrantes, una cifra que se aproxima al total de personas que alcanzaron el archipiélago canario aquel año: 31.678. En el cómputo global de todo el país, la estadística ya se ha superado: 35.882 llegadas en lo que va de año, un 45,6% más que en 2023.
La inmigración no solo es ya el principal problema de los españoles, sino que también ha escalado posiciones entre las cuestiones que más les afectan "personalmente". Según el CIS, el 13,7% de los ciudadanos sitúa la inmigración entre estos problemas, frente al 8,8% que así lo aseguraba en julio. La gente que considera la inmigración un problema "personal" ya es más que la que así piensa del paro.