Las dos jugadas polémicas que perjudicaron al Córdoba CF ante el Barcelona B>

Primero, una ocasión de Antonio Casas que se marchaba solo ante el portero en lo que podría haber sido el 0-2 para los blanquiverdes y una eliminatoria encarrilada. Tras eso, una falta muy peligrosa de Pocho (autor del gol azulgrana) que pudo ser tarjeta roja y dejar a los suyos con diez en la recta final del partido. El Córdoba podría haber mantenido el 0-1 de Toril en el marcador.

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Juan Carlos Jiménez

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La jugada de Casas es la siguiente. El filial azulgrana se disponía a sacar una falta en campo propio. Pelayo juega en corto para Faye a su izquierda. Sin embargo, Antonio Casas interceptó el pase y se iba en carrera hacia portería. Se quedaba sólo ante Marc Vidal, pero el árbitro cortó la jugada y mandó repetir la falta. El colegiado interpretó que el balón aún no estaba en juego y que Pelayo se la cedió a Faye para que sacase la falta, por ello no es válida la jugada de Casas. Sin embargo, esta es solo una posibilidad pues el árbitro no refleja en el acta nada de la jugada.

Además, le mostró tarjeta amarilla a Antonio Casas por protestar de forma reiterada dicha jugada. El propio Iván Ania en sala de prensa comentó que «desde el banquillo me da la sensación de que el jugador del Barça saca y la intercepta Casas que está a la distancia suficiente como para no entorpecer y cuando va a encarar el área rival pita y encima le saca tarjeta. No sé decir el motivo, desde mi punto de vista era una jugada totalmente legal».

La otra gran jugada polémica del partido la protagonizó el autor del empate del Barcelona B, Pocho, que saltó desde el banquillo en la segunda mitad. A falta de diez minutos, el jugador azulgrana quiso interceptar el despeje de Matías Barboza, pero su bota se dirigió hacia la espinilla del defensa blanquiverde, sin tocar el balón. Una dura entrada que pudo merecer la tarjeta roja a ojos de muchos cordobesistas.

El árbitro le mostró la tarjeta amarilla por ello, pero para los aficionados visitantes la acción debía conllevar una expulsión. El empate del Barcelona B podría no haber llegado con el filial azulgrana jugando con uno menos. La recta final del partido se le fue de las manos al árbitro que hizo crecer la intensidad del encuentro. Una intensidad que se mantendrá la próxima semana en El Arcángel.