La disparidad de las tasas urbanísticas en los municipios madrileños: una promoción de pisos cuesta 353.700 euros en Majadahonda, 27 veces más que en Getafe
Comprar una vivienda cuesta 3.400 euros más en Majadahonda que en Getafe en función de las tasas urbanísticas. El último informe de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima) desvela la enorme disparidad de tarifas existentes entre los municipios madrileños en cuanto al canon de prestación de servicios urbanísticos.
Por ejemplo, mientras Getafe y Madrid capital aplican tasas de apenas un 0,11% y un 0,12% respectivamente, municipios como Majadahonda y Móstoles alcanzan el 3% y el 2,68% sobre el coste de la obra.
Por tanto, por una promoción tipo de 100 viviendas, los costes globales de revisar un proyecto pueden oscilar entre los 12.969 euros en Getafe y los más de 353.700 euros en Majadahonda, una diferencia de más de 27 veces para realizar el mismo servicio.
«La pregunta es obvia: ¿Es el Ayuntamiento de Getafe 27 veces menos eficaz que el de Majadahonda para hacer el mismo trabajo o realmente la tasa urbanística está sobredimensionada conforme al servicio recibido?», se preguntan los promotores en el estudio.
Alcorcón, el más ágil
En el dossier también se analizan los tiempos que tardan las administraciones locales a la hora de conceder las licencias, que, en muchas ocasiones superan a los de la propia construcción de los bloques de viviendas.
El Ayuntamiento que más tarda en hacerlo es el de Las Rozas, que encabeza la lista con un promedio de 21 meses, seguido de Valdemoro con 19 meses, Pozuelo de Alarcón con 16, Alcalá con 14 y Paracuellos del Jarama con otros 14 meses.
Por el contrario, los consistorios más ágiles son Alcorcón con cuatro meses de tardanza, seguido de Leganés y Fuenlabrada con seis meses y de Pinto y San Sebastián de los Reyes con siete. «Ningún Ayuntamiento de la Comunidad de Madrid cumple con el plazo legal de tres meses en la concesión de licencias que establece la Ley del Suelo del Gobierno regional», critica Jorge Ginés, director general de Asprima.
'Ineficacia municipal'
A su juicio, esta tardanza a la hora de conceder las licencias distorsiona el sistema y provoca que sea prácticamente imposible emprender promociones en algunos municipios de la Comunidad, lo que incide en el precio de la vivienda y restringe la oferta.
«Resulta inconcebible que se emplee más tiempo en la revisión de un proyecto que en la propia construcción del mismo», declaran los promotores. Además, censuran que los ayuntamientos les cobren una tasa por la prestación de un servicio y algunos de ellos tarden cerca de dos años en realizarlo.
«Queremos denunciar ante la ciudadanía que sufrimos una serie de impuestos y tasas por parte las administraciones, que luego son ineficientes», se queja Ginés.
El director general de Asprima recuerda que los promotores ya pagan el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (Icio), que grava cualquier construcción y que no debe superar el 4% del presupuesto de la obra.
En su opinión, se trata de «una doble tributación», ya que el contribuyente tiene que abonar dos tributos de forma simultánea con la misma base imponible y que, por lo tanto, se acumula.
Por ejemplo, si un municipio exige un tipo del 4% por el impuesto y un tipo del 3% por la tasa urbanística, el comprador de la vivienda debe abonar finalmente un 7% del importe de la obra para que se lleve a cabo.
«Esta tasa se ha convertido en otro impuesto más. Te cobran una barbaridad por un servicio, que luego no te dan o tardan muchísimo en dártelo. Todo ello contribuye a encarecer la vivienda porque nosotros lo repercutimos en el precio», argumenta.
Se da la paradoja de que un coste mayor no implica más eficacia ni unos menores tiempos de concesión de licencias, sino que muchas veces sucede lo contrario. Las localidades con unos servicios más caros son las que también presentan tiempos de concesión de licencia superiores.
Madrid, el más eficaz
Según el análisis realizado por los promotores, el Ayuntamiento más eficiente en este sentido es el de Madrid porque aplica una de las tasas más bajas del 0,12%, y tarda una media de 11 meses en conceder las licencias urbanísticas.
En líneas generales, la patronal del sector inmobiliario da un tirón de orejas a los consistorios por su «deficiente prestación del servicio municipal que no se corresponde con las necesidades actuales ni de los ciudadanos ni de las empresas», lo que agrava el acuciante problema de la escasez de vivienda
«Es una disfunción. Los ayuntamientos no son capaces de solventar la dictadura funcionarial de sus funcionarios. Es un problema estructural que afecta a toda España», reprueba el dirigente de Asprima.
Para resolver esta dificultad los promotores proponen un sistema en el que se pague en función del tiempo empleado en emitir cada licencia. Por lo tanto, la tasa sería decreciente según el plazo de la resolución del expediente.
También apuestan por la incorporación de las Entidades Colaboradoras Urbanísticas (Ecus), que son organismos privados que cooperan con las administraciones locales con el fin de agilizar los trámites de las licencias.
Estos organismos ya funcionan en el Ayuntamiento de Madrid y también están permitidos en el de Pozuelo de Alarcón, pero han sido muy criticados por su actitud laxa a la hora de conceder las licencias de las cocinas fantasma.