El director Mohammad Rasoulof huye de Irán, donde ha sido condenado a ocho años de prisión, y se encamina a Cannes

El director del Festival de Cannes, Thierry Frémaux, se refirió al realizador iraní Mohammad Rasoulof en la rueda de prensa previa al certamen para defenderse de una pregunta que también tenía algo de acusación. "¿Por qué han dejado para el último día la película de Rasoulof?" era la cuestión planteada. A juicio de la periodista en esa fecha perdía valor y foco informativo la cruel e injusta situación vivida por el cineasta condenado a ocho años de prisión (que incluyen azotes y confiscación de bienes) por un crimen "contra la seguridad nacional". Frémaux se limitó a comentar que no hay buenos y malos días en una cita en la que el premio es simplemente estar.

Quizá lo que no quiso comentar es lo que se supo poco después y es que, probablemente, Mohammad Rasoulof sí que esté en la alfombra roja para presentar su película The Seed of the Sacred Fig (La semilla de una higuera sagrada). Según dio a conocer en un comunicado el propio director, ha huido de su país clandestinamente y se encuentra en Europa. "Esperamos que pueda asistir al estreno en Cannes a pesar de todos los intentos por impedirle estar allí en persona", afirmó afirmó Jean-Christophe Simon, distribuidor de la cinta en unas declaraciones a la revista 'Variety'.

Para saber más

Rasoulov puede presumir de ser uno de los nombres más destacados de la cinematografía de Irán sin que ninguna de sus cintas haya sido estrenada en su país. En 2011, presentó en Cannes en la sección Un Certain Regard 'Goodbye', por la que recibió los premios a mejor película y mejor dirección. Ese mismo año fue sentenciado junto con su colega Jafar Panahi a seis años de prisión y una prohibición de realizar películas durante 20 años por presunta propaganda contra el régimen. Tiempo después, en 2020, obtendría el Oso de Oro por There is no evil, premio que tuvo que recoger su hija por estar encarcelado. Su enfrentamiento al régimen de los ayatolás se recrudecería en 2022 cuando apoyó públicamente las manifestaciones que estallaron en Irán tras el derrumbe de un edificio donde murieron más de 40 personas.

"Llegué a Europa hace unos días después de un viaje largo y complicado. Hace aproximadamente un mes, mis abogados me informaron que mi sentencia de ocho años de prisión había sido confirmada en el tribunal de apelación y se implementaría en poco tiempo. Sabiendo que muy pronto se revelaría la noticia de mi nueva película, sabía que a estos ocho años se sumaría una nueva condena. No tuve mucho tiempo para tomar una decisión. Tuve que elegir entre prisión o salir de Irán. Con gran pesar, elegí el exilio...", reza el inicio de un comunicado contundente en el que también se lee: "El alcance y la intensidad de la represión han llegado a un punto de brutalidad en el que la gente espera noticias de otro atroz crimen gubernamental todos los días. La maquinaria criminal de la República Islámica viola continua y sistemáticamente los derechos humanos".

El último día del festival cobra así una relevancia excepcional.