La industria de defensa española se mide al reto de una inversión sin precedentes

Sus números, expansivos durante los últimos años, demuestran esta tendencia al alza, que prevén multiplicar con el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa presentado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con un presupuesto de 10.471 millones de euros este ejercicio para llegar al ansiado 2% del Producto Interior Bruto (PIB) en inversión militar. De ese montante, una parte importante tendrá como destino la industria de defensa, prioritariamente la española. No en vano, el jefe del Ejecutivo expresó su deseo de que casi el 90% de la inversión prevista se destine a empresas ubicadas en España. Esto que abre la incógnita sobre la capacidad de la industria nacional para absorber esta importante inversión de manera rápida y su capacidad de producción.

«La industria de defensa española se encuentra preparada para afrontar con éxito los desafíos actuales y venideros», respondió a ABC la patronal del sector, Tedae, hace dos meses, cuando el debate sobre el aumento del gasto militar estaba sobre la mesa pero no había aún un plan concreto. «No obstante, para afrontar los desafíos del futuro será esencial reforzar el crecimiento y estabilidad del sector, consolidar la cooperación público-privada y asegurar una adecuada financiación», apuntaba ya como retos para el futuro.

Una vez conocido el proyecto del Ejecutivo, Tedae aplaudió la iniciativa aunque remarcó la necesidad de contar con una «planificación presupuestaria estable y sostenida» que dé certidumbres a las empresas. «Solo así podremos garantizar el éxito de este ambicioso plan, construyendo sobre bases sólidas y con visión de largo plazo», avisó.

Aunque el sector lleva ya meses inmerso en una intensa actividad, esta semana tendrá oportunidad de hacer una exhibición de su músculo y capacidades y en la feria que se celebra en Madrid, Feindef, la más importante del sector en España y en la que se espera el lanzamiento de numerosas novedades y firma de alianzas empresariales.

Creación de empleo

La industria de la defensa española registró una facturación de 8.042 millones de euros en 2023, un crecimiento del 8,9% respecto al año anterior, según el informe elaborado por la consultora PwC para Tedae. Se trata de un sector compuesto en España por unas 550 compañías que cuentan con centros de trabajo por todo el territorio nacional, como recoge el estudio 'Spain. Defence & Security Industry', editado por el grupo Metalia. En el año 2023 generó más de 121.000 puestos de trabajo entre empleos directos, indirectos e inducidos. Además, el sector saca pecho de ser un espacio con elevado valor añadido, tractor de la industria y creador de empleo de calidad: por cada puesto de trabajo directo, se generan otros tres empleos en el conjunto de la economía. La remuneración media mensual de sus empleados es además de 3.776 euros, un 71 por ciento más que la media española.

La industria espera también multiplicar sus resultados económicos fruto de la coyuntura, aunque los últimos ejercicios ya reflejaban su sólida estructura. En 2023 las exportaciones de defensa y seguridad de la industria española superaron los 3.700 millones de euros y su recaudación fiscal también se situó por encima de los 3.700 millones, el equivalente al 1,4 por ciento de los ingresos tributarios en ese año.

Radiografía del sector

Facturación de la industria

de defensa y seguridad

En millones de euros. Datos 2023

Total: 8.042

Defensa espacio

Seguridad

72

148

Defensa naval

1.110

Defensa terrestre

1.515

Aeronáutica militar

5.197

Contribución al I+D+I

En millones de euros.

Datos 2023

Total: 817

Aeronáutica

militar

545

Defensa

terrestre

106

Defensa

naval

109

9

Seguridad

Defensa

espacio

48

Contribución al empleo

En trabajadores.

Datos 2023

Total: 121.029

Aeronáutica

militar

80.821

Defensa

terrestre

21.444

Defensa

naval

14.666

2.598

Seguridad

1.499

Defensa

espacio

Productividad del sector

En euros por trabajador. Datos 2023

Media de España

63.661

Media industria España

78.258

+80%

Defensa y seguridad

137.334

Fuente: Análisis PwC a partir de información

de TEDAE e INE / ABC

Radiografía del sector

Facturación de la industria de defensa y seguridad

En millones de euros. Datos 2023

Defensa espacio

Total: 8.042

72

Aeronáutica militar

Defensa naval

5.197

1.110

148

1.515

Defensa terrestre

Seguridad

Contribución al empleo

Contribución al I+D+I

En trabajadores.

Datos 2023

En millones de euros.

Datos 2023

Total: 817

Total: 121.029

Aeronáutica

militar

Aeronáutica

militar

545

80.821

Defensa

terrestre

Defensa

terrestre

106

21.444

Defensa

naval

Defensa

naval

14.666

109

2.598

9

Seguridad

Seguridad

1.499

Defensa

espacio

Defensa

espacio

48

Productividad del sector

En euros por trabajador. Datos 2023

Media de España

63.661

+80%

78.258

Media industria España

137.334

Defensa y seguridad

Fuente: Análisis PwC a partir de información de TEDAE e INE / ABC

En una entrevista con ABC, el presidente de la Fundación Feindef, Ángel Olivares, ex secretario de Estado de Defensa, también coincidía en que, desde el punto de vista de la innovación y la tecnología, la industria militar española «está preparada para afrontar cualquier reto». Sin embargo, avisaba de que la guerra de Ucrania ha revelado un importante déficit: «La necesidad de fortalecer la cadena de suministros, intentar que la industria pueda responder con mayor prontitud a las demandas que se están generando». Esto obliga a toda una reconversión del sector no solo en España sino en toda Europa, acelerada además por la necesidad de adquirir soberanía estratégica y las llamadas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a que los países europeos asuman mayor responsabilidad en su seguridad y defensa.

En este sentido se encaminan muchos de los proyectos impulsados por Bruselas para la financiación de nuevos proyectos de armamento y material. Recientemente la Comisión Europea publicó su libro blanco para la defensa, con el horizonte del año 2030, y el denominado Plan ReArmar Europa, con una inyección de más de 800.000 millones de euros para impulsar el sector. «La era del dividendo de paz hace mucho que acabó. Europa está dispuesta a estar a la altura de las circunstancias. Debemos invertir en defensa, reforzar nuestras capacidades y adoptar una actitud activa en materia de seguridad», asumió la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen.

Ese plan de rearme –un término que no gusta al presidente del Gobierno español, según él mismo ha reconocido–, incluye varias medidas para facilitar el aumento de la inversión militar de los estados miembros. Entre ellas contempla un nuevo instrumento específico de 'Acción por la Seguridad de Europa', SAFE, basado en la recaudación en los mercados de capitales de hasta 150.000 millones de euros que serán desembolsados a los países de los Veintisiete que lo soliciten mediante la fórmula de préstamos a largo plazo. Estos fondos tendrán que ir destinados a la compra de capacidades con la condición de que participen de forma conjunta empresas de varios países europeos. «Esto contribuirá a garantizar la interoperabilidad y la previsibilidad, y a disminuir los costes de cara a la creación de una sólida base industrial de defensa europea», explica la Comisión.

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También lleva ya tiempo en marcha la financiación mediante los Fondos Europeos de Defensa. La cuarta convocatoria, dotada con 920 millones de euros, se resolvió la pasada semana con la selección de 62 nuevos proyectos conjuntos de investigación y desarrollo. En ellos participan numerosas empresas españolas aliadas con compañías europeas para el desarrollo de vehículos de transporte terrestre, navales y aéreos, así como sistemas de mando y control, comunicaciones o interoperabilidad. El liderazgo lo asume Indra con su participación en doce proyectos, uno de ellos liderado por la compañía. También hay varias iniciativas enfocadas a la ciberseguridad, uno de los entornos en los que ha puesto el foco el Gobierno español.

En las anteriores convocatorias, en las que en total se han asignado unos 4.000 millones desde 2021, también participaron decenas de compañías españolas. Como concepto global, es una iniciativa que «tiene como objetivo general estimular la competitividad, la eficiencia y la capacidad de innovación de la base tecnológica e industrial de la defensa europea en toda la Unión», explica la Comisión.

«A pesar de que los grandes productores de defensa siguen prefiriendo llevar a cabo la I+D de defensa en un contexto nacional –entre otras cosas, para no tener que compartir tecnologías y normas–, España presenta la cuarta mayor tasa de participación en proyectos del FED (sólo por detrás de Francia, Alemania e Italia) y las entidades españolas han hecho gala de una capacidad efectiva a la hora de liderar proyectos», reconoce un análisis del Real Instituto Elcano. Sin embargo, avisa de que España debe dar un paso al frente en el nuevo contexto europeo, que va más allá de la I+D para dar el salto al desarrollo de capacidades militares conjuntas. «Es necesario que el Ministerio de Defensa de España asuma un papel de liderazgo en la gestión y coordinación del planteamiento español», apunta el mismo análisis, que reivindica además que el país no debe quedar al margen de las decisiones sobre la dirección que seguirá la política de defensa comunitaria, unido a un proyecto nacional sólido. «La fragmentación de las prioridades a nivel nacional es un lastre para las posibilidades de que España alcance su pleno potencial en materia de industria de defensa», ahonda.

Compras de la OTAN

La OTAN, por su parte, también ha adquirido durante el último año productos de empresas españolas. En concreto, según el rastreo del informe 'Spain', entre octubre de 2023 y septiembre de 2024 la Alianza Atlántica encargó a una docena de empresas españolas 45 contratos por un montante global de más de 27,6 millones de euros. En los doce meses anteriores fueron diez las empresas españolas que recibieron encargos de la OTAN por alrededor de 24 millones. A ello se suma la firma de varios acuerdos marco con otras compañías de los que derivarán las adquisiciones en el futuro.

Pese a que la OTAN no dispone de fuerzas militares propias, su capacidad de compras es notable, sobre todo a través de la Agencia de Adquisición y Apoyo (NSPA). «El objetivo principal es dotar a los países miembros con aquellas infraestructuras y sistemas que exceden de los requisitos nacionales e individuales de la defensa nacional», explica el Ministerio de Defensa español.

Todas estas claves sobrevolarán Feindef, una cita marcada por la nueva era que ha generado el convulso contexto geopolítico y por las oportunidades y desafíos que abre a la industria española de defensa.